En el centro de la polémica se encuentra una construcción inmobiliaria emplazada en Viña del Mar, debido a los supuestos riesgos que podría implicar habitar esas viviendas que constan de 12 torres y alrededor de 450 departamentos, los cuales están sobre acantilados.
Al momento de ofertar las viviendas, la inmobiliaria destacaba que esta edificación contaba con una privilegiada vista al mar, además de acceso a estacionamientos y locales comerciales. Sin embargo, detractores de esta obra apuntan al peligro de la misma.
A pesar de que estas torres fueron aprobadas en primera instancia por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) y de lo atractiva de las mismas, para que la clase media pueda acceder a una vivienda, considerando la compatibilidad de subsidios sociales para ellas; estas construcciones fueron erigidas en pleno acantilado, lo que podría generar un riesgo de derrumbe, según Mega.
En esa línea, en abril, el Segundo Juzgado de Policía Local, mandató la paralización de la obra, argumentando esta razón. Sin embargo, la Municipalidad de Viña del Mar se querelló contra la inmobiliaria MDA, señalando que esta había desacatado esa resolución.
Al respecto, el abogado Alberto Precht, advirtió en «Mucho Gusto» que se trata de un tema sumamente complejo porque existen los permisos que autorizaron a que se realizaran estos trabajos.
«Uno debiese suponer que lo que se contruyó tiene permisos. Estos conflictos, normalmente, terminan en la Corte Suprema, después de muchos años, con muchos afectados, y la Corte Suprema termina diciendo ‘mira, si están los permisos y si hay derechos adquiridos, hay que habitarlos’. Al final es una suma donde están perdiendo todos por razones más bien políticas y vecinales, y no razones de normas», señaló Precht.
Quien también se muestra a favor de esta construción es Luis Eduardo Bresciani, urbanista y director de la Escuela de Arquitectura UC. «La norma en Chile es muy buena, de hecho, es destacada a nivel mundial en estos términos. Y los ingenieros chilenos están muy bien calificados. Además, es un proyecto con fondos públicos, por lo tanto, hay doble chequeo», agrega.
A propósito de las acciones tomadas para evitar que se siga adelante con este trabajo, María Ester Gallardo, una de las personas beneficiadas con la adquisición de una de estas viviendas, asegura estar en la incertidumbre en medio de las labores de construcción que se llevan adelante.
«Lo último que supe es que comenzaba ahora en julio la construcción de la primera etapa. Uno ya no sabe qué hacer, si seguir pagando, si no seguir pagando», dijo la mujer.
«Se suponía que en abril de este año, mi departamento iba a estar listo. La entrega definitiva iba a ser en diciembre de este año. No sé si se va a cumplir», agregó.
Al ser consultados sobre las razones para oponerse a este proyecto, una de las vecinas detractoras, aseguró que «nosotros queremos dejar en claro que esto tiene que ver más con el riesgo y nuestra preocupación por el riesgo. Y en ningún caso, a ninguna organización de Viña del Mar, le preocupa o le aqueja la llegada de nuevos vecinos».
«Nosotros no estamos en contra del desarrollo inmobiliario (…) pero tiene que ser en lugares idóneos, no sobre humedales, no sobre quebradas, no sobre acantilados», agregó.
Fuente: Meganoticias.