Por Eduardo Torres, ex psicólogo deportivo del Club Deportivo Trasandino
Ha sido habitual en Chile que, parte de la prensa deportiva chilena, ha atribuido al DT argentino Marcelo Bielsa el cambio de mentalidad y forma de jugar de los deportistas de la Selección chilena y cada vez que gana la Selección chilena, con una gran sequía por estos días, todos los créditos son para el trasandino, pero en segundo orden, así como casi por cosas del azar, es mencionado Don José Sulantay, «EL NEGRO SULANTAY», quién, en estricto rigor, fue el principal formador y restaurador de la mentalidad y conducta deportiva de Gary Medel, Alexis Sánchez, Arturo Vidal, Isla, Fuenzalida y muchos otros que fueron parte de la selección que ganó Dos copas «AMERICA» posteriormente, tod@s discípulos de Don José Sulantay, «EL NEGRO SULANTAY». hombre directo, vehemente, franco y sin tapujos para decir las cosas, como de esas personas que hacen falta en distintas instituciones estatales y políticas por estos tiempos.
Don José Sulantay, «EL NEGRO SULANTAY», ha fallecido y estamos asistiendo a un sin número de reportajes y homenajes a este destacado DT y formador de personas, pero poco o nada se dice de su origen indígena diaguita, del verdadero DT de Futbol que cambio la mentalidad de cómo jugar en Chile, Fue «EL NEGRO SULANTAY» o “EL DIAGUITA SULANTAY”, quién produjo los cambios profundos en Chile y no sólo el DT Bielsa, aunque les moleste a «las viudas y viudos de Bielsa».
Pero ¿Debido a qué nos cuesta reconocer el mestizaje o la condición indígena de un personaje y la influencia que él puede ejercer sobre un grupo humano? Hay en cada uno de nosotros un cierto Inconsciente colectivo psicológico sobre nuestros orígenes y si él es europeo o nórdico, mucho mejor, así por lo tanto, resulta más potente -para los periodistas deportivos o algunos aventurados comentaristas- señalar que el cambio de mentalidad del Futbol chileno, tiene una fuerte influencia de los mundialistas argentinos, «Tri-campeones del mundo», esos “que no salieron de la selva, sino que llegaron en barcos”.
Como que no se ve muy estético, ni muy creíble que un indígena diaguita fuera el responsable de esos cambios de mentalidad en jugadores juveniles y de poblaciones marginales de la Selección chilena, pues surge de inmediato la interrogante clasista ¿A quién le han ganado los “indios”, cuál es su aporte al país si ellos no han ganado ningún mundial con su pensamiento indígena? Yo respondería. No olviden al mestizo “Justo Estay”, arriero diaguita que guía, por la cordillera andina, al Ejercito Libertador de Chile para la liberación de este suelo. No olvidemos, también, que el 1er NOBEL de Literatura en Chile lo obtuvo Gabriela Mistral, diaguita de origen del clan Huanchicay.del Valle del Elqui y hoy recordamos a Don José Sulantay, de las mismas tierras de Gabriel Mistral, que es mucho más que “El padre de la generación dorada”, sino que él es el verdadero fundador de un nuevo estilo de jugar al futbol en Chile. Sólo un dato de la estadística futbolera, el rosarino Bielsa nunca obtuvo el rendimiento futbolístico que le sacó Don José Sulantay a “la Roja de tod@s”, que fue de un, 76% de rendimiento en los mundiales, desempeño no logrado por ningún otro DT contemporáneo en Chile.
Sobre su origen indígena, señaló una vez Don José Sulantay: «Tengo entendido que mi apellido es diaguita, /…/ estamos orgullosos de nuestros orígenes… Uno debe saber de dónde viene… Eso lo aplico al fútbol y a la vida».En esta oportunidad, no coincido con «Los y las viudas de Bielsa» y sí reconozco la titánica labor de Don José Sulantay, «El Diaguita Sulantay” que en paz descanse.
Al Futbol chileno aún le faltan muchos «Diaguitas Sulantay” para hacer el cambio profundo que todos esperamos en todos los ámbitos de nuestro país. En la medida en que tengamos más claro nuestros orígenes, nuestra identidad, más lejos llegaremos en nuestro futuro y proyectos. La identidad nos da raíces, entrega fortalezas y equilibrio psíquico, protegiéndonos de ambigüedades y dobles discursos. Erik Erikson –psicólogo germano-estadounidense- fue claro en afirmar que “la identidad genera confianza en sí mismo, autonomía, autodeterminación y responsabilidad” y eso lo sabía muy bien «El Diaguita Sulantay”.