La actividad forma parte del programa realizado por la PUCV en conmemoración de los 50 años del quiebre democrático.
La historia en torno al golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 y el quiebre democrático fue plasmado por el periodismo y los distintos diarios de la época, tanto en nuestro país como en los del extranjero. Las crónicas construidas por los medios de comunicación reflejaban también su propia postura editorial frente a la situación política, social y económica que vivía un cada vez más dividido Chile.
En este contexto, y como parte del programa de actividades con el que Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) conmemora los 50 años de este fatídico momento histórico, la Dirección General de Vinculación con el Medio, a través de la Dirección de Vinculación Artístico Cultural, diseñó una exposición gráfica con portadas de diferentes periódicos que retratan los momentos previos y posteriores al golpe que derrocó al gobierno del Presidente Salvador Allende denominada “El 11 en 11 portadas. Reflexiones a partir de portadas de periódicos de esos días”.
Diarios chilenos de la época como El Mercurio, La Segunda, El Siglo y El Clarín, e internacionales como La Vanguardia de España y New York Times de Estados Unidos, precisamente dan cuenta de esta dividida sociedad.
Para desarrollar el montaje, la organización contó con la asesoría del académico del Instituto de Historia de la PUCV, David Aceituno, quien colaboró en la revisión de los contenidos y en la elección de las portadas, así como también con el apoyo del diseñador Gonzalo Rojas.
Las piezas, en una primera instancia, están siendo exhibidas en el Salón Centenario de la Casa Central y posteriormente comenzará a itinerar por los distintos campus y sedes de la Universidad.
El director general de Vinculación con el Medio de la PUCV, David Contreras, destacó que a través de esta muestra “buscamos dar a conocer a la comunidad universitaria la construcción histórica que hicieron los diarios de aquellos años en un periodo tan complejo para nuestro país, los cuales plasmaron la polarización extrema que vivía la sociedad”.
Respecto a las motivaciones para desarrollar esta exhibición, los organizadores plantearon la importancia de mantener siempre vivo el recuerdo: “los momentos traumáticos que viven los países son como las heridas en un ser humano. No es bueno ignorarlas ni taparlas, porque así nunca logran cicatrizar. Tampoco es bueno hurgar permanentemente en ellas, porque pueden evolucionar hacia verdaderas gangrenas. Debemos asumirlas, limpiarlas y curarlas, y permitir que así sanen”.