La directora de la Escuela de Pedagogía de la PUCV, Marcela Jarpa, resalta que los profesores representan una oportunidad y un pilar fundamental en el sistema educativo chileno. Además, se enfatiza la relevancia de políticas públicas efectivas y la colaboración de las familias en el proceso educativo.
Este lunes 16 de octubre se conmemora el Día del Profesor en el país. El objetivo es reconocer la labor docente en el contexto de un sistema educativo que enfrenta importantes desafíos para poder seguir avanzando en una educación equitativa y de calidad para todos los estudiantes.
De acuerdo a la directora de la Escuela de Pedagogía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), Marcela Jarpa, una de las grandes oportunidades y fortalezas que existe es precisamente el recurso humano: los profesores. “Ellos son los guías del aprendizaje en los estudiantes y contribuyen al desarrollo personal de cada uno, sin embargo, no son los únicos responsables, pues también lo son las familias y las autoridades a cargo de elaborar políticas públicas”, afirmó.
“La gran fortaleza que tenemos son los docentes. En distintos momentos y niveles educativos ellos han intentado movilizar a los estudiantes y a sus familias, no solo para lograr mejores entendimientos, sino para lograr una mejor calidad de vida en la sociedad chilena”, sostuvo.
La académica indicó que la educación no se sitúa en un único extremo con los profesores como responsables, sino que “debe ser concebida desde una mirada holística donde se contemple a la familia, a los establecimientos educativos, directivos, a los estudiantes que son el foco de los aprendizajes y también a los docentes”.
Por otra parte, el Estado tiene la responsabilidad de otorgar una red de soporte que brinde buenas condiciones para el trabajo de los profesores en la sala de clases.
“Un elemento de base es mirar la política pública y observar las decisiones estructurales que se toman y cómo pueden afectar directamente el quehacer en el aula, por lo tanto, si bien tenemos como fortaleza a profesores comprometidos y con alta vocación de servicio público, la debilidad viene de la política pública”, dijo la académica PUCV.
Agregó que es trascendental ubicar en los cargos y en las decisiones de poder a personas que efectivamente conozcan las realidades educativas, que “aborden las problemáticas desde los territorios y pensando siempre en cómo las familias intentan colaborar y construir la educación de sus hijos”.
Desafíos
Frente a los desafíos que enfrenta el sistema educativo chileno, el primer eslabón de la cadena de soluciones y mejoras se encuentra en la docencia universitaria, donde los futuros profesores están en formación.
“El primer eslabón siempre va a ser la formación inicial docente, porque en la medida en que nos comprometemos con una educación superior enfocada en la formación docente de calidad, los profesores instalarán ese quehacer en el aula”, indicó Jarpa.
La Pontificia Universidad Católica de Valparaíso cuenta con la máxima distinción de excelencia, siendo una de las cinco universidades del país que tienen 7 años de acreditación, otorgados por la Comisión Nacional de Acreditación. Es así como la Casa de Estudios y la Escuela de Pedagogía cuentan con altos estándares de evaluación de calidad enfocados en formar docentes disciplinados y con vocación al ejercicio de su profesión.
“El foco de nuestro modelo educativo sitúa al estudiante como eje central del aprendizaje. Todas las actividades curriculares y extracurriculares, la formación inicial, la formación por competencias transversales y formación disciplinar, están enfocadas en esta mirada holística e integral del profesor que domine sus conocimientos disciplinares y que al mismo tiempo sea capaz de ver sus competencias blandas como una oportunidad para entregar mejores recursos y para instalar mejores relaciones dentro del aula”, finalizó Jarpa.