Con la inauguración de la exposición de Arte Floral, elaborada por los Clubes de Flores de Quilpué y Villa Alemana, el Municipio Abierto de Quilpué extendió la invitación a la ciudadanía a participar este sábado de la tradicional y anhelada Fiesta de la Primavera, que en su edición 2023 busca reiniciar la realización de este importante evento, a 100 años de su primera versión.
Este año, el foco está puesto en relevar la capacidad de organización de los territorios y generar nuevos vínculos desde la institucionalidad y las organizaciones a través de las artes y la cultura. Razón por la cual organizaciones barriales de Peyronet, Los Pinos, Belloto Norte, El Sol, entre otros varios se propusieron presentar sus propios pasacalles y carros alegóricos.
La Fiesta de la Primavera será una actividad carnavalesca de muestra y comparsa que circulará por el centro de la ciudad, con un escenario central y graderías para las comunidades y familias que lleguen a disfrutar del espectáculo. Desde las 12.00 hasta las 20.00 habrá una ludoteca, juegos inflables, emprendimientos y foodtrucks, con la presentación simultánea de shows de talento infantiles, pasacalles y evento bailable en la plaza Eugenio Rengifo.
La alcaldesa de Quilpué, Valeria Melipillán, invitó a la ciudadanía a participar de la actividad, contando que “parte de la esencia de Quilpué y de la identidad de nuestra comuna está muy ligada a la Fiesta de la Primavera, que era una actividad que se hacía en conjunto con la Fiesta de la Vendimia y que se hizo hasta los ‘70. Escuchamos a los vecinos y vecinas que nos hablaban mucho de este festival y que tenian muchas ganas que volviera a editarse, así que pusimos todo nuestro esfuerzo de volver a rescatar este festival, sus raíces, junto a un trabajo de recopilación histórica para rescatar relatos, la esencia y corazón de este festival, pero también integrando a las nuevas generaciones y la cultura de Quilpué”.
También invitaron personas mayores de la comuna, quienes durante las últimas semanas han preparado en talleres comunitarios sus propias propuestas de pasacalles, disfraces y carros alegóricos. Verónica Palomo, presidenta del Club de Adulto Mayor Volver a los 17, recuerda que “nos disfrazamos en comparsas, de indios o piratas. Bajábamos desde Peyronet a la plaza y estaba lleno de gente, habían números artísticos, concursos de disfraces, alegría y unión. Había toda una suerte de compañerismo, ayudarse con los niños, etc. Quiero animar a venir porque, ahora como lo volveremos a hacer, hemos trabajado intensamente con algunas cosas diferentes y estamos muy motivados”.
Asimismo lo recalca Dantina Faust, dibujante insigne de Quilpué y participante de los talleres, quien relató que “veníamos en grupo de la población Peyronet, muy antigua aquí en Quilpué, nos disfrazamos, nos poníamos de acuerdo y bajábamos a la plaza. Se alegraba mucho todo y disfrutábamos, habían grupos de músicos de esos años, de la década del ‘60, y lo pasábamos muy bien”.
La instancia estuvo marcada por la inauguración de la exposición de Arte Floral, montada por el Club de Flores y Jardines de Quilpué y Villa Alemana, organizaciones con décadas de historia que no habían podido exponer su trabajo desde el 2018, debido a la pandemia. Paola Valle, su presidenta, explicó que “el club nace en instancia de amistades en torno a las flores, en donde todas teníamos este mundo en común para hacer distintas actividades. Como actualmente estamos con el cambio climático a cuestas, nos interesa mantener jardines floridos, pero con bajo consumo de agua, en donde podemos ver diversidad de plantas y flores, con un consumo hídrico adecuado a lo que tenemos ahora”.
Cabe recordar que en el mes de octubre se celebraba esta festividad en Quilpué, que habría comenzado en 1923 y se caracterizaba no sólo por la elección de una Reina de la Primavera (con su consiguiente rey), sino que también por una forma de competencia por puntos, que involucraba entre otras cosas, el hermoseamiento de los barrios, pintado de fachadas de casas y ornamentación plazas públicas. Esta renovación del ‘rostro de los barrios’ fortalecía la unión y el trabajo mancomunado de las/los vecinos, junto con ir definiendo cierta identidad local.
Esta actividad terminaba con una Gala en el extinto ‘Hotel Torino’, donde los ‘prohombres’ de la comuna y ‘las mujeres de bien’ se reunían a celebrar con comida y alcohol. Al igual que el ‘Carnaval de Quilpué’ a fines de los años ‘60, la Fiesta decayó y ya a principios de la década de los 70 ésta dejó de tener recursos y se dejó de hacer.