Hasta un 40% de los pacientes latinoamericanos que tienen este mal son diagnosticados en estado avanzado. En Chile, al año se diagnostican más de 8 mil casos nuevos y se registran 3.300 muertes.
El 17 de noviembre se conmemora el Día Mundial de la Lucha Contra el Cáncer Próstata para generar conciencia sobre lo importancia que tiene la prevención para detectar a tiempo esta enfermedad. Según la Organización Panamericana de la Salud, el cáncer de próstata es la segunda causa de muerte por cáncer en Sudamérica y en Chile este tumor se alza como el más frecuente entre los hombres.
“El cáncer de próstata es el más frecuente en los hombres en el mundo y también es la primera causa de muerte por cáncer entre los chilenos, lo que nos habla de la relevancia que se le debe dar. Es una enfermedad que ocurre cuando se forman células cancerosas en los tejidos de la próstata y produce un crecimiento acelerado de ellas, con la posibilidad de invadir otros órganos o generar ramificaciones, lo que es conocido como metástasis. La mayoría de los tumores dependen de la producción de testosterona para su crecimiento y progresión”, explica el doctor Ignacio Murillo, gerente médico de Janssen, grupo de compañías farmacéuticas de Johnson & Johnson.
El experto agrega que, en la mayor parte de los casos, cuando son detectados de forma temprana, tienen un buen pronóstico. Sin embargo, hasta un 40% de los pacientes latinoamericanos con esta patología son diagnosticados en un estado avanzado. Por esta razón, es clave acudir al médico y realizar los exámenes preventivos en hombres a partir de los 45 años, sobre todo si existen antecedentes familiares de la misma enfermedad.
Entre los exámenes para su detección destacan la realización de un análisis de sangre para medir el Antígeno Prostático Específico (PSA); el examen digital a través del recto, que dura solo unos segundos; y la resonancia magnética de próstata, la cual permite verificar cualquier hallazgo de los otros exámenes.
En Chile más de 8.100 casos son diagnosticados con este cáncer y mueren alrededor de 3.300 hombres en el lapso de un año, según la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer, Globocan.
Causas y síntomas para estar alerta
El cáncer de próstata se produce por múltiples factores como la edad e, incluso, los hábitos alimenticios, pero el que más prevalece es la genética. “Por ejemplo, si un familiar directo ya sea padre o hermano tuvo este tipo de cáncer se duplica las probabilidades de que la persona también lo padezca”, comenta el Dr. Murillo.
El experto complementa que lo más complejo de esta enfermedad es que en etapas tempranas no presenta síntomas específicos y, por ello, es tan importante realizar los chequeos preventivos. Los síntomas ya se presentan en estados más avanzados del cáncer y son los siguientes:
- Problemas urinarios.
- Sangre en la orina.
- Dolor o ardor al orinar.
- Dolor profundo o rigidez en la parte baja de la espalda.
- Fatiga.
- Fracturas.
- Pérdida de peso o poco apetito.
- Disminución del deseo sexual.
“Este tumor suele crecer muy lentamente, pero si se detectan algunos de los síntomas antes descritos es muy importante consultar de forma inmediata con un médico”, enfatiza.
Cómo los tratamientos pueden mejorar la calidad de vida
Existen diferentes tipos de cáncer que se pueden originar en la próstata. Entre ellos, el más frecuente es el adenocarcinoma, que se genera en las células glandulares de este órgano. Otros tipos de cáncer de próstata menos frecuentes son el adenocarcinoma de los ductos prostáticos (que a menudo presionan sobre la uretra), los adenocarcinomas mucinosos, el carcinoma transicional y los carcinomas de célula pequeña o neuroendocrinos.
Para cualquiera de estos tumores los tratamientos curativos convencionales son distintos tipos de cirugías (abiertas, laparoscópica o robóticas), radioterapia y quimioterapia.
En etapas avanzadas del cáncer de próstata, cuando ya hay metástasis de ganglios linfáticos, no existe una cura y se opta por tratamientos paliativos. Al respecto, el Dr. Murillo cuenta que se han desarrollado una serie de terapias de última generación para este tipo de pacientes que mejoran ostensiblemente su calidad de vida. “En etapa metastásica lo más relevante es limitar el dolor y retrasar el deterioro del estado general del paciente. Para ello, se han generado una serie de terapias innovadoras que han dado más sobrevida a los pacientes y mejoran su calidad de vida”, explica el gerente médico de Janssen, grupo de compañías farmacéuticas de Johnson & Johnson.