La Cop28 en Emiratos Árabes ya cierra la cumbre sobre cambio climático y a unos 15 mil kilómetros de distancia, un territorio llamado Patagonia, asoma como una de las grandes esperanzas en la lucha frente al calentamiento global y en este contexto, representantes de organizaciones, comunidades y un experto, comparten sus impresiones.
COP28 y el llamado desde la Patagonia.
El cambio climático existe y sus consecuencias, en muchos aspectos que parecen irreversibles, toman formas muy distintas. En medio de esta crisis, Chile, su naturaleza y biodiversidad, aparece como protagonista. Por una parte, con los deshielos antárticos y glaciares cordilleranos, asoman una serie de indicadores de la catástrofe que dan la alerta al mundo. Por otro lado, los bosques marinos, llamados bosques azules, concentrados mayoritariamente en las aguas patagónicas, asoman como una oportunidad y esperanza.
Juan Carlos Viveros, coordinador de la campaña ciudadana “Salvemos los bosques azules de la Patagonia”, señala en esa línea: “Si bien sabemos que estás COP climáticas no han logrado los resultados necesarios para tener medidas concretas que frenen el calentamiento global; igual creemos que el tema de la conservación y restauración de estos bosques azules debiese ser tema prioritario en esta edición 28 llevada a cabo en Dubai”.
Agrega Viveros: “Sabemos de la presencia de dos expertos en la temática que estarán exponiendo en la cumbre , invitados por la cancillería chilena , a quienes felicitamos y deseamos logren poner el asunto en el sitial que merece” .
El dirigente chilote también señala: “Esperamos también que todo esto sea un empuje para que el gobierno chileno inicie prontamente algún tipo de estrategia nacional que incluya medidas que pongan fin a la grave deforestación de las algas pardas en el norte, así como también de conservación , en especial para nuestra Patagonia , donde aún podemos evitar lo sucedido en el norte”.
Los bosques de algas como factor clave
Max Bello, es experto en políticas públicas oceánicas internacionales. Integra Mission Blue y es un referente nacional e internacional en materia de conservación de los océanos. En esta línea, identifica que hay un problema grave que se está generando a los bosques de algas, a través de la extracción, “producto de los altos precios que han tenido las algas en el mercado chino y que ha llevado a la destrucción de bosques de algas y eso es irreparable. Por lo tanto, lo primero es proteger una oportunidad, no podemos tener una oportunidad si la estamos destruyendo. Luego, es importante entender también que en los bosques de algas, una de las cosas que tienen el secuestro de carbono, pero más importante que eso aún es la diversidad que mantienen y que contienen, que finalmente se expresa o tiene un impacto muchísimo más amplio, prácticamente en todo el Pacífico en el caso de la Patagonia”, asevera.
Bello, también comenta que hay muchas especies que viven en los bosques marinos, por lo tanto, son claves para el ecosistema del océano en general, incluyendo a diversas especies con valor comercial “Por ejemplo la centolla, en los locos, los erizos, todos ellos dependen directamente y un montón de otras especies, también peces, etcétera. Entonces hay una cuestión clave. Segundo, porque los bosques de algas también son capaces de detener la acidificación, controlarla por decir de alguna forma, es decir, que no se acidifique más el agua del mar no? Y eso es clave para todo el ecosistema también. Luego mantiene la estructura de las costas y eso también es importantísimo, sobre todo en el norte de Chile, donde tenemos el rompientes muy fuertes, donde tenemos situaciones también que estamos viendo hoy día cada vez más acelerada de marejadas que se presentan en calma, seguido cada año y obviamente los bosques en eso juegan un rol importantísimo para poder detener la energía con que llegan las olas de la costa y eso tiene implicancias, también la estructura en la estructura, en las inversiones del del Estado, incluso de los privados también en zonas costera.
Finalmente, el especialista señala también parte de los desafíos para una protección efectiva : “Entonces, hay una serie de cuestiones que tenemos que considerar a la hora de la conservación y mientras tanto, el gobierno, sin embargo, está poniendo poco o nada de atención siquiera a la fiscalización. Cuando sabemos hoy día que un montón de la extracción es informal, por decirlo mejor, sino ilegal más bien, e incluso sabemos que hay grupos organizados que se están haciendo de los bosques de algas, los cuales, cierto, van a acabar con las posibilidades futuras”.
Una mirada integral de protección
El dirigente, lonko de la comunidad Pu Wapi de Melinka (Archipiélago Las Guaitecas) y miembro del Comité Bentónico de la región de Aysén, Daniel Caniullán, comenta sobre la experiencia llevada en este territorio: “Los pueblos originarios de la Patagonia norte, de Aysén, estamos luchando contra viento y marea a través de la ley 20249 (Espacio Costero Marino de los Pueblos Originarios – ECMPO) para que los territorios del archipiélago de los Chonos, Guaitecas, se pueda proteger a través de esta ley que es un derecho que tenemos como pueblo originario y la Conadi ya acreditó esos espacios que son territorios indígenas”.
Caniullán también comenta: “Por lo tanto, esperamos que el gobierno del Estado de Chile reconozca el uso consuetudinario y así poder concretar nuestros sueños de poder proteger la Patagonia, las algas, que son fundamentales para el ecosistema. Regeneran todo ecosistema que están drásticamente frágiles y afectados, por eso apostamos de que estos espacios marinos, queden establecidos como fundamentales para el cuidado del huiro, de las algas que hoy día están generando oxígeno y permiten darnos esperanza para que no se siga dañando el planeta”.