En la era del Internet de las Cosas (IoT), los juguetes conectados a la red son cada vez más populares como regalos navideños. Sin embargo, el auge de la Internet en los Juguetes también presenta riesgos significativos de ciberseguridad que los padres y aquellos que planean regalar estos dispositivos deben tener en cuenta. David Alfaro, CEO de Arkavia Networks, comparte sus recomendaciones para garantizar una experiencia segura en esta temporada festiva.
La magia de los juguetes conectados se ve empañada por amenazas cibernéticas que van más allá de la privacidad y la seguridad. En la carrera por regalar los juguetes más novedosos, muchos padres se sumergen en la era de la conectividad sin considerar los riesgos de ciberseguridad que acompañan a estos dispositivos. El Internet de las Cosas (IoT) ha llevado la conectividad a nuevos niveles, y los juguetes no son una excepción. A medida que la Navidad se acerca, es crucial tener en cuenta las recomendaciones de seguridad de David Alfaro, CEO de Arkavia Networks, para evitar sorpresas desagradables.
El Internet de las Cosas (IoT) y su Explosión
El informe Annual Internet Report de Cisco proyecta que en 2023, el 66% de la población mundial estará conectada a Internet, junto con 29.300 millones de dispositivos conectados. Este auge incluye a los juguetes, que, más allá de los simples peluches parlantes, presentan vulnerabilidades que los ciberdelincuentes buscan explotar. David Alfaro, comunicador sobre seguridad de la información, destaca la importancia de la conciencia y las precauciones al regalar juguetes conectados.
Para aquellos que consideran regalar juguetes conectados a Internet, Alfaro ofrece cinco recomendaciones esenciales. Desde verificar actualizaciones de firmware hasta limitar el acceso a redes conocidas, las sugerencias buscan empoderar a los padres y cuidadores para proteger la privacidad de sus hijos. Estos consejos incluyen medidas prácticas como usar contraseñas al conectar dispositivos vía Bluetooth y apagar los juguetes cuando no están en uso. Una guía valiosa para garantizar que la alegría navideña no se vea empañada por amenazas cibernéticas.
Recomendaciones para Juguetes Conectados a Internet:
- Verificación de Actualizaciones:
Asegurarse de que el juguete pueda recibir actualizaciones de firmware y/o software.
Verificar si está utilizando la última versión disponible para garantizar funcionamiento y seguridad.
- Configuración y Control:
Validar la presencia de una interfaz de configuración.
Activar/desactivar características según sea necesario para tener control sobre su funcionamiento.
- Elección de Redes Wi-Fi:
Evitar conexiones públicas a Wi-Fi.
Preferir redes conocidas y seguras, como las de casa u oficina, para proteger la información transmitida.
- Mínima Información Requerida:
Proporcionar solo la información mínima necesaria para crear una cuenta.
Evitar el uso de la dirección de correo de trabajo para la configuración de juguetes.
- Seguridad en la Conexión Bluetooth:
Utilizar contraseñas o códigos PIN al conectar el dispositivo vía Bluetooth. Si te da la opción, cambia PINes por defecto.
Limitar accesos no autorizados y garantizar una conexión segura.
- Apagado cuando No se Utiliza:
Asegurarse de que el juguete esté apagado cuando no esté en uso y verificar la presencia de funciones de control parental proporcionadas por el fabricante. Especialmente en aquellos juguetes con cámara y/o micrófono.
Siguiendo estas recomendaciones, se puede disfrutar de juguetes conectados a Internet de manera segura y responsable, garantizando la privacidad y seguridad de los usuarios, especialmente en estas festividades navideñas.
El Desafío de la Parentalidad Digital
La proliferación de juguetes conectados no solo plantea problemas de seguridad, sino también dilemas sobre la crianza digital. Desde la psicología se advierte la necesidad de equilibrio, recordando que los niños también deben disfrutar de juguetes tradicionales. También los expertos en tecnologías educativas, enfatizan el papel de los padres como guías en la elección de juguetes y la importancia de limitar el tiempo de pantalla. La parentalidad digital se vuelve, entonces, esencial en un mundo donde la tecnología y los juguetes convergen.