Aseguran que la UF, las tasas de interés, el alza en los costos de los terrenos, entre otros factores, podrían complicar la adquisición de una vivienda.
El Banco Central publicó los resultados de la Encuesta sobre Créditos Bancarios correspondiente al cuarto trimestre de 2023 y evidenció que la demanda de créditos para la vivienda continúa debilitándose según la percepción de los bancos.
Para este segmento, si bien la proporción de bancos que reportó una demanda más baja disminuyó a 18% en el trimestre, también se redujo la de quienes exhibieron un fortalecimiento, de 18% a 9%. Estas cifras llegan luego de que la tasa de interés promedio anual en UF para los préstamos hipotecarios finalizó el año 2023 en 5,21%, la más alta desde 2009.
Frente a este escenario, Patricio Gana, Director ejecutivo de AK Contadores, aseguró que “estamos en el peor momento para tomar un crédito hipotecario, y el alza de las tasas de interés no es tan relevante. De hecho, las tasas han bajado en el último tiempo”.
Gana explicó que lo realmente complejo de esto “es el momento económico que estamos viviendo, la crisis actual es lo que tiene al mercado inmobiliario deprimido. A su vez, esto sí, ha obligado a las inmobiliarias a cambiar su estrategia y ofrecer mejores condiciones y oportunidades para sus potenciales clientes”.
“Por lo tanto, también podríamos estar viviendo un año de interesantes oportunidades de inversión”, fundamentó el experto.
En tanto, Claudio Cáceres, Economista Senior del Observatorio Económico de la Universidad Bolivariana, manifestó que “ya llegamos al fin del ciclo económico contractivo del Banco Central, según todas las señales que hay en el mercado, por lo que estimamos que este debería comenzar con la rebaja de la TPM por cerca de 100 puntos base, llegando a fines del primer semestre al rango meta de inflación”.
Según el economista, “esto impactaría en el sector hipotecario, generando que la tasa hipotecaria vuelva a acercarse al nivel de 4% en un plazo mediano, es decir, hacia el 2025”. Por otra parte, Cáceres aseguró que “volver a niveles previos a la pandemia será muy difícil de alcanzar, y el ajuste no será rápido, las bajas son más lentas que las subidas. Las menores tasas de los créditos hipotecarios dependen de la competencia entre los bancos y, dada la fragilidad económica y que los bancos se mantendrán adversos al riesgo, vemos que la baja será lenta”.
Por otra parte, Cristián Lecaros, de Inversión Fácil, explicó que otro factor que se incluye es que “los inmobiliarios están también con menores cantidades de permisos de edificación, menor incentivo a desarrollar proyectos inmobiliarios por el alza del costo de terreno, el alza del costo de materiales de construcción, la menor densificación de proyectos. Todo eso genera menor oferta y, por ende, precios también más caros, porque sabemos que también las economías se mueven por oferta y demanda”.
“Lamentablemente, el interés de compra sigue estando intacto, pero hay una menor posibilidad de los chilenos de poder acceder a propiedades para vivir o para invertir. Y eso hace que finalmente haya un debilitamiento en la demanda final, porque obviamente la gente no le aprueban, no le dan el crédito hipotecario para poder acceder a esta vivienda”, afirmó.
Finalmente, comentó que “este fenómeno creo que va a permanecer por lo menos por estos próximos años, a menos que haya un incentivo muy claro por parte del Gobierno dé subsidios que mejoren el desarrollo inmobiliario”. En esta línea, recordó que “se eliminó el IVA a la construcción y este beneficio va a impactar directamente el precio de las propiedades en un 6%”, concluyó Lecaros.