La transición energética global hacia energías renovables es una de las prioridades más importantes de nuestro tiempo. Es una necesidad urgente para combatir el cambio climático y sus impactos, y representa una oportunidad para impulsar el desarrollo económico y la sostenibilidad ambiental.
Sin embargo, a nivel mundial aún falta para alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible 7, que pretende garantizar el acceso a una energía asequible, fiable, sostenible y moderna para todos al 2030. Según un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), hay más de 700 millones de personas en el mundo que no tienen acceso a la electricidad, y la mayoría de ellas viven en países en desarrollo.
La transición energética es trascendental para combatir el cambio climático. Las energías renovables son una fuente limpia que no produce emisiones de gases de efecto invernadero, que son los principales responsables del cambio climático. Según la Agencia Internacional de la Energía (IEA), si el mundo siguiera la tendencia actual, las emisiones globales de gases de efecto invernadero alcanzarían los 6 mil millones de toneladas de CO2 para 2030. Sin embargo, si se acelera la transición energética hacia energías renovables, se podría reducir a 4 mil millones.
También es clave para impulsar el desarrollo económico, pudiendo crear numerosos nuevos puestos de trabajo, más de 42 millones de plazas en todo el mundo para el 2050 según la IEA; y para promover la sostenibilidad ambiental, ayudando a mejorar la calidad del aire y del agua, y a reducir la contaminación ambiental.
Para acelerarla es necesario que los gobiernos, las empresas y la sociedad civil trabajemos juntos. Los gobiernos deben establecer políticas que apoyen el desarrollo de las energías renovables, como subsidios, incentivos fiscales y cuotas de mercado. Las empresas deben invertir en tecnologías y desarrollar nuevos modelos de negocio. La sociedad civil debe sumarse a esta desafío, sensibilizarse sobre su importancia y exigir al ámbito público y privado a actuar.
La transición energética global hacia energías renovables es un desafío trascendental, que requiere la acción de todos, pero también es una oportunidad para crear un futuro más sostenible para nuestro planeta.
Susana Mayer, directora de carrera de Ingeniería en Prevención de Riesgos y Medio Ambiente UDLA Sede Viña del Mar.