Los Prisioneros, icónica banda Chilena de rock latino, enfrenta un nuevo capítulo de tensiones con la querella criminal presentada por su vocalista, Jorge González, contra el ex baterista del grupo, Miguel Tapia, y Alfonso Carbone, ex mánager del músico en su carrera en solitario. Este nuevo quiebre se suma a una serie de conflictos previos entre los miembros de la banda, marcando una etapa distante de la armonía que alguna vez compartieron.
La querella fue presentada el pasado 2 de febrero en el Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago, Región Metropolitana. Según informes de La Tercera, González alega haber sido «engañado» para firmar documentos que crearon sociedades comerciales destinadas a explotar el catálogo musical de Los Prisioneros sin su autorización y sin una compensación económica adecuada.
La acción judicial se centra en acusaciones de falsificación y uso malicioso de instrumento público, así como administración desleal. González busca responsabilizar a aquellos que resulten implicados como autores, cómplices o encubridores en este presunto acto, elevando la disputa a un nuevo nivel legal.
Este conflicto resalta las tensiones acumuladas a lo largo del tiempo dentro de una de las bandas más influyentes de la escena musical chilena y latinoamericana, revelando grietas en la relación entre los miembros originales de Los Prisioneros. La disputa legal promete arrojar luz sobre los pormenores de esta situación, dejando a los fanáticos a la expectativa de cómo se resolverá este nuevo capítulo en la historia de la banda.