La conmemoración del 8M no solo reconoce los éxitos alcanzados hasta la fecha en el avance hacia la plena igualdad de género, sino que también destaca la necesidad de mantenerse firme en el trabajo para alcanzar la igualdad de derechos y oportunidades para las mujeres en todas las esferas de la vida.
El mundo de STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) es el lienzo sobre el cual se dibuja el futuro, ya que sus descubrimientos, avances e innovaciones son pinceladas que crean la imagen de lo que está por venir. Cada avance en STEM representa una posibilidad de mejora en la calidad de vida de las personas o una solución a desafíos globales y abre el camino hacia posibilidades aún inimaginables. Tristemente, este lienzo ha estado dominado por las pinceladas masculinas, con las mujeres representando solo el 30% de quienes estudian carreras STEM, porcentaje que disminuye al 8% cuando nos referimos a mujeres tituladas de pregrado en las áreas de STEM el 2022, convirtiendo a Chile en uno de los países con los porcentajes más bajos de la OCDE.
Las voces femeninas en STEM son cruciales. Aportan perspectivas únicas que enriquecen la investigación y el desarrollo tecnológico, y su participación es fundamental para crear soluciones inclusivas y sostenibles a los problemas complejos de nuestra sociedad.
En nuestra institución, entendemos que la diversidad no es solo un valor a defender; es una ventaja estratégica esencial. El compromiso con la inclusión de la mujer en las áreas STEM es un reflejo de la sociedad que queremos construir. Una sociedad que valora la contribución de todos, donde el género no es un obstáculo para el talento y la pasión, y donde nuestras niñas pueden soñar con ser las próximas líderes en innovación tecnológica, sin reservas ni limitaciones. La equidad en STEM no es solo una cuestión de justicia social, es una necesidad pragmática. Los desafíos del siglo XXI requieren la movilización de todos los recursos humanos disponibles, independientemente de su género. La sostenibilidad de nuestras industrias y la salud de nuestra economía dependen de ello.
Desde la academia insto a mis colegas, estudiantes y a la comunidad en general a reconocer y celebrar el papel de las mujeres en STEM. A través de políticas inclusivas, programas de mentoría y la eliminación de barreras sistémicas, podemos y debemos fomentar una mayor participación femenina.
Este 8 de marzo es más que un día de celebración; es un llamado a la acción. Invito a cada miembro de nuestra comunidad a preguntarse: ¿Qué puedo hacer para abrir el camino a más mujeres en STEM? Juntos, hagamos de este día un punto de inflexión, un momento en que aceleramos la lenta marcha hacia la paridad y transformamos la excepción en la norma. Juntos, construyamos una infraestructura tecnológica y social que esté codificada con diversidad, igualdad y excelencia.
Giannina Costa Lizama, directora de carrera de la Ingeniería Civil Informática e Ingeniería en Computación Informática, UNAB Sede Viña del Mar.