Paolo Vallan, estudiante de la Escuela de Teatro de la Universidad de Valparaíso, fue elegido como Mejor Actor en la reciente edición XXIV Festival Teatral Víctor Jara, que se realiza en la Universidad de Chile, en el marco de la presentación de la obra “Kachureos con K” de la Compañía Animales Salvajes, que integra junto a sus compañeros de carrera.
La obra se inspira en la detención de un grupo tributo a Cachureos, que se presentaba bajo el nombre “K-chureos”, hecho noticioso real ocurrido el año 2017 en Chile. De esa forma, la ficción se sitúa en el adrenalínico backstage de un concierto benéfico, donde a minutos de que el show comience el grupo se entera de que han sido denunciados por plagio y que la policía viene en camino.
El estudiante, codramaturgo de la obra, que interpreta a “C”, el eximitador del Zancudo Draculón, cuenta que “es un lindo premio porque reconoce el trabajo que uno viene haciendo desde hace tanto tiempo, con tanto amor y dedicación. A veces no sé si lo estoy haciendo bien o si voy por buen camino, pero al finalizar la última función la directora Krishna Escovedo se acercó a felicitarme, y cuando eso pasa, uno sabe que es porque realmente estuvo bien. Luego vino el premio, que fue sorpresa, sobre todo en la Universidad de Chile, rodeado de actores muy talentosos. Uno queda más tranquilo con los procesos y con el esfuerzo dedicado a esto que es lo que amo”.
“Me gusta verlo como un reconocimiento colectivo, también; al trabajo que como compañía hemos venido haciendo durante casi un año con esta obra, a mis compañeros de escena y en especial a mi directora, Krishna Escovedo, por mantenerme siempre en calma, dándome las indicaciones precisas para saber por dónde ir y por dónde no. Confié en ella, en su visión, y eso dio sus frutos”, agrega.
“El premio me parece valioso y emocionante, pero simbólico. La real ganancia, el real momento de satisfacción es escuchar las risas del público, ver sus miradas atentas a lo que estoy diciendo, que es, como toda la obra, muy personal, muy íntima. Saber que entienden la obra, que les hace sentido, es el premio más grande para mí y para nosotros”, añade.
Sobre la participación de la obra en el festival, comenta que se sienten “ganadores, estamos tranquilos y felices porque fue un éxito, mejor de lo que ninguno de nosotros imaginó. Mucha gente fue a vernos y en la sala había una energía increíble para trabajar. Fue un público súper receptivo, que aplaudió harto, nos ovacionó y conversó con nosotros después de las funciones. Es un gusto actuar frente a un público así. Fue todo muy lindo, durante y después del espectáculo”.
Egreso, teatro y video
En su último año en la carrera, Pablo cuenta que está dedicado “exclusivamente a montar ‘La Remolienda’ de Alejandro Sieveking, un clásico del teatro chileno. El trabajo allí está siendo bien duro, bien físico y agotador, pero es un tipo de teatro que nunca había trabajado, nunca había hecho una comedia, entonces ese desafío, que es un gran desafío, yo lo asumo con harto entusiasmo”.
“Además del egreso, estoy ahora trabajando en dos videoclips para un amigo músico, que nos pidió escribir y dirigir, junto a Krishna Escovedo. Ahí hay otro desafío súper grande porque yo jamás he trabajado realmente en la producción de una pieza audiovisual, pero estoy muy contento porque es algo que me apasiona mucho, el cine y el video, entonces estoy agradeciendo mucho esa posibilidad”, indica.
Trabajo intenso
Krishna Escovedo, estudiante de quinto año de Teatro UV, directora, productora y codramaturga de la obra, señala que la presentación en el festival fue “muy intensa, tuvimos muchos meses de ensayo, con harto esfuerzo y trabajo previo, lo que generó un recibimiento muy positivo por parte del público, con mucha risa y entusiasmo”.
“Postulamos la dramaturgia de la obra al festival el año pasado, y quedó seleccionada para ser montada en el festival. Todo comenzó hace unos dos años, en el ramo de Introducción a la Dramaturgia, donde tuvimos que escribir el borrador de una escena inspirada en otro texto, para lo cual elegimos la noticia de la incautación de los vestuarios de una banda que era doble de Cachureos”, cuenta.
“Ya en cuarto año tomé la mención de Dirección y decidí profundizar la dramaturgia, trabajarla como proyecto de dirección, con montaje, actores, escenografía, puesta en escena y ensayos. Pasaron muchas cosas, el texto fue variando con las propuestas de los actores y trabajo solitario de los dramaturgos. Finalmente postulamos al festival, siempre con intenciones de seguir trabajando como una obra más larga”, indica.
Sobre los próximos pasos de “Kachureos con K”, la directora añade que esperan entrar “a una etapa de circulación, postulando a salas para que más gente la vea y de esa manera expandir el montaje. Ya tuvimos el estreno en Santiago, donde recibimos interesantes comentarios para incorporar, pero ya está lista para mostrarla en teatros”.