Por Lucas Chaparro
La Quinta Vergara es especialmente hermosa después de una lluvia mañanera. El pasto destella aún húmedo con el rocío, desafiando al fuerte sol del mediodía que emergió de entre las nubes, mientras que pequeños charcos decoran el camino de tierra que lleva hasta el Palacio Vergara. De allí sale Karin Zamorano Jeldes, alias Bonita, emocionada después de su primer día de clases en la Escuela de Bellas Artes. Desde el 9 de mayo hasta el 15 de junio, su exposición titulada “Esencia Femenina” estará expuesta en la Antesala Viña del Mar, situada en la calle Arlegui 683. Nos sentamos en una de las bancas ya secas frente a la fachada del Palacio con influencia neogótica veneciana. Allí, tanto entrevistador como entrevistada sacamos nuestros torpedos: el nuestro con las preguntas, el suyo con las respuestas. Viñamarina de toda la vida, Karin hizo su preparación y trabajó en la ciudad hasta hace 7 años atrás, cuando se mudó a Casablanca, lugar donde se reencontró con su amor por la pintura.
¿Alguna razón por la que se fue a Casablanca?
― Por la familia ― dice con voz suave. ― Era un lugar perfecto para nosotros, ya que tenemos hijos pequeños y ofrece mucho espacio para disfrutar de la naturaleza.
¿Cómo empezó a pintar? ¿Qué la inspiró?
― Comencé a pintar formalmente en el periodo de pandemia. La verdad que el interés siempre estuvo, pero no pude estudiar antes, me dediqué a otras cosas. Sin embargo, siempre estuvieron las ganas de volver a retomarlo en algún momento. Y bueno, como no había mucho tiempo para salir con la pandemia, me dije: “Ahora es el momento para darme un tiempo y conectar con lo realmente quiero hacer de aquí en adelante”.
» Y así se fueron dando las cosas. Como soy súper busquilla empecé de manera autodidacta a ver tutoriales, a buscar artistas en línea y de ahí tener clases con algunos que me gustó su estilo, a ir probando técnicas y materiales. Así hasta que busqué una identidad en mi trabajo, que es lo que he ido trabajando más.
Esta identidad se refleja en un estilo que se mueve entre la abstracción y la figuración, utilizando técnicas que van construyendo capa sobre capa, mezclando materiales y creando una base colorida, dónde poco a poco, desde la espontaneidad y la intuición, van apareciendo las imágenes.
― Me identifico mucho con el estilo naíf ― dice entre risas ―. Me gusta crear desde la intuición y la espontaneidad de lo que voy sintiendo. Me gusta mezclar y usar una paleta amplia de colores. De ahí he ido logrando que aflore lo que más me siento cómoda con el resultado.
» Al principio no sabía bien lo que era el naíf pero como me lo decían tanto empecé a leer sobre la tendencia y siento que me identifica un montón.
¿Cuál es su proceso creativo?
― Parto creando un espacio donde me sienta cómoda. Me gusta pintar estando sola y tranquila. Creo un ambiente agradable, a veces pongo música de fondo. Yo siempre le digo a mis amigas que es como que busco entrar en un trance. Allí es donde me voy permitiendo conectar con lo que voy sintiendo. Entonces comienzo desde la abstracción, jugando al inicio un poco con los colores y las manchas para luego poco a poco ir visualizando lo que quiero mostrar. Y las imágenes van apareciendo en la medida que voy conectando con lo que siento y así la obra empieza a fluir conmigo.
En ese proceso, ¿qué la atrae tanto al uso de colores tan llamativos e intensos?
― Si bien mis obras siempre tienen un toque bien inocente y dulzón, creo que la fuerza la dan los colores. Así que siempre me siento atraída por esos colores bien puros, vibrantes y llamativos. Ahí está el poder de la obra.
¿Prefieres pintar con acrílicos, acuarelas u otro material?
― Me gusta la mezcla. Uso el acrílico principalmente, pero me gusta mucho la combinación de materiales con la tinta y la acuarela.
¿Qué mensaje te gustaría transmitir en tus obras?
― Me gustaría transmitir un sentimiento bonito en las personas. Que vayan conectando con una emoción al ver mi trabajo, sobre todo con la esencia de lo femenino, con la pureza, la infancia. Que se encuentren con la ternura, con la delicadeza, pero sin perder también el sentido de fuerza que tenemos las mujeres. Verlas reflejadas, bonitas, endiosadas, reinas o las protagonistas del cuento.
Se podría decir que es un mensaje bien feminista.
― Súper. Es una conexión muy íntima conmigo misma ― dice entre risas.
¿Qué distingue esta colección de obras que has seleccionado para la exposición de las otras?
― Esta exposición se distingue porque es desnudar mi alma en un lienzo. Es una conexión profunda con lo que siento y espero poder transmitirlo. Para mí, es muy de la esencia femenina, como dice el mismo título. Es una invitación a admirar mi trabajo y encontrarse allí con la madre, con la hija, con la amiga, con el sentir femenino. Es regalar una experiencia bonita a quién la visite, que le dé alegría y que se pueda conectar como cuando uno dibujaba de niño lo que te hacía sentir bajo una mirada inocente. Espero que encuentre eso en mi pintura.
De entre todos los medios de expresión humanos, el arte se distingue por ser una demostración de sensibilidad y vulnerabilidad por parte del autor. Tal vez es debido a esto que muchos artistas se inician desde muy jóvenes y dedican sus vidas a perfeccionar sus estilos. Esto ha llevado a la creencia errónea de que no puedes hacer arte si es que ya eres un adulto. Para desmentir esta creencia sólo hace falta ver el trabajo de Vincent van Gogh, quien no empezó a pintar hasta los 27 años, o J. K. Rowling, autora de la famosa saga Harry Potter, quien no publicó su primera novela hasta los 35 años, o en el caso extremo de Penelope Fitzgerald, quien publicó su primer libro rozando los 60 años. El arte carece de una fecha límite de admisión. Todo depende de la voluntad del artista para comenzar y las ganas del mismo para aprender.
― Si pudiera soñar en grande, me gustaría exponer en distintos lugares y poder desarrollar mucho más mi estilo ― dice Karin, terminando la entrevista. ― Por eso ahora estoy iniciándome en la Escuela de Bellas Artes, para tener una mirada profesional que me puedan retroalimentar en los detalles que obviamente me faltan porque este es un eterno aprendizaje.
» Ojalá poder representar a Chile con mi trabajo. Que sea característico como chilena expositora del arte ― se ríe. ― Si pudiera mirar en positivo el futuro, me encantaría lograr ser reconocida en Chile y ojalá fuera.