Vincular a los estudiantes de la Universidad Técnica Federico Santa María con escuelas rurales de la Región de Valparaíso afectadas por la escasez hídrica, es el foco del proyecto que ejecuta la casa de estudios y cuyo foco es fortalecer las capacidades de gestión y control de calidad de agua reciclada a través de la generación de herramientas innovadoras y tecnológicas.
Pablo Sills, profesor del Departamento de Arquitectura de la USM y coordinador de la iniciativa, serán cerca de 90 estudiantes de la USM los que participarán del proyecto “a través de distintas asignaturas que pudieran contribuir con las temáticas que considera el proyecto, por lo que la coordinación inicial se realizó con docentes de algunas asignaturas, quienes motivaron e invitaron a sus alumnos a participar”.
El proyecto durará dos años y contempla no solo la aplicación de los conocimientos disciplinares al servicio de las comunidades, sino también un proceso de capacitación y acompañamiento en herramientas de trabajo participativo, considerando que las soluciones sean aplicables a las prácticas locales y logrando propuestas que sean implementables a la realidad de cada plantel.
Comunidades
En lo inmediato ya se han desarrollado acciones con la Escuela Lo Zárate de Cartagena, Escuela Paso Histórico de Putaendo; Escuela Las Palmas de Llay Llay y Escuela El Rincón de Puchuncaví, reuniendo entre todas más de 300 estudiantes.
Dentro de las actividades destacan el diagnóstico participativo a las comunidades educativas que incluye a los docentes, estudiantes, asistentes de la educación y apoderados, así como el análisis de la calidad del agua, ejecución de proyectos que se adjudicarán mediante la implementación de un fondo concursable.
Sills destacó que “nuestros estudiantes trabajarán dependiendo de la fase del proyecto. Por ejemplo, una de las actividades considera un taller donde se invitará a los niños a relatarnos, a través del cuento y el dibujo, cuáles son sus experiencias en torno a la escasez hídrica, mientras que en otra etapa se realizarán talleres de educación medioambiental que sean pertinentes a la realidad de cada establecimiento”.
En relación a las expectativas “hemos podido constatar el gran interés y valoración de las escuelas. Es fundamental vincular a nuestros estudiantes con problemáticas sociales, porque plantea el desafío de generar propuestas innovadoras y sobretodo asequibles para las comunidades”, finalizó.