Uno de los aspectos más notables, ha sido el aumento en la participación de las mujeres como relatoras, periodistas y comentaristas. Así como también en el arbitraje. Ámbitos dominados casi exclusivamente por hombres, lo que reflejaba y perpetuaba la exclusión de las mujeres en el deporte. Pero, a medida que más mujeres han incursionado en roles de liderazgo y visibilidad en el fútbol, los medios de comunicación han comenzado a reconocer la importancia de diversificar sus equipos de trabajo y dar voz a una gama más amplia de experiencias y perspectivas.
Además, ha habido un importante cambio en el contexto más cercano: las familias y su actitud hacia la participación de las niñas en el fútbol. En el pasado, las niñas a menudo enfrentaban resistencia cultural y social cuando expresaban interés en jugar al fútbol, ya que se consideraba un deporte «para hombres». Sin embargo, a medida que la visibilidad y la aceptación de las mujeres en el fútbol han aumentado, más familias están apoyando y alentando a sus hijas.
La inserción de las mujeres en el fútbol dejó de ser una pasión platónica y ha sido un proceso gradual pero significativo que refleja un cambio de mentalidad tanto en la sociedad como en la industria deportiva. A medida que más mujeres se abran paso en roles de liderazgo y visibilidad en el mundo del fútbol, se seguirán derribando barreras y creando oportunidades para una mayor inclusión y equidad de género en este apasionante deporte.