Durante el invierno, el sol cae temprano en la Ciudad Jardín, bañando el centro de una gélida oscuridad que es combatida por faroles y estufas de parafina. La Sala Viña del Mar está abierta en medio de esa penumbra. El reloj marca las 18:30 horas. Las mesas están listas con tragos y aperitivos, mientras que un estrado se ha levantado frente a la fila de sillas situadas en el segundo piso. No se esperaban muchos asistentes, tanto por el clima como por el hecho de que en un par de horas jugaba la selección chilena. Por eso fue una muy grata sorpresa cuando las personas comenzaron a ingresar en considerable número a la galería de arte.
El motivo que los convocaba era la inauguración de tres exposiciones: “El Orden Natural de las Cosas” de Gustavo Álvarez Alvarado, “Entrega Urgente” de Pablo Valdebenito y “Transformación” de Mónica Nahum Price.
Rodeados de las obras de ensamblaje que transmitían una sensación de fiabilidad y sensatez, la Corporación Cultural de Viña dio por iniciada la ceremonia llevando al escenario al Dúo Muscari, compuesto por Ana Leiva Hidalgo y Camila Díaz. Esta agrupación, que fue creada este año en nuestra querida Ciudad Jardín, cautiva a los oyentes con su exquisita interpretación de música clásica. El repertorio de esta velada fue una combinación de estilos europeos, pasando tanto por los ritmos complejos e instrumentación rica del barroco y el romanticismo, y terminando con una interpretación del elegante y clásico tango argentino “Por una cabeza” de Carlos Gardel. “Queríamos que tuviera algún tipo de relación con lo que se iba a hacer hoy y que fuera un repertorio variado, presentar una idea musical que tuviera desarrollo e historia”, explicaron al terminar su presentación.
“Nos encanta estar aquí y estamos muy contentas con la invitación”, dice una de ellas. “Tocar música en un lugar rodeado de arte es maravilloso. Mientras estaba sentada, veía arte por todos lados y una audiencia muy respetuosa y atenta, lo que hace que tocar sea un verdadero placer. Se siente que el público está receptivo a nuestras ideas. Estamos muy agradecidas con la Corporación por habernos convocado para esta ocasión”.
Seguido de la presentación, subió al podio Cristian Hormazábal, director de la Corporación Cultural de Viña del Mar, el cual invita a observar la poesía de esta triada de exposiciones. “Desde el punto de vista de Jacques Lacan, la muestra puede representar una mezcla de lo real, lo imaginario y lo simbólico”, comenzó diciendo. “En el primer piso, tenemos lo simbólico de Gustavo. Lo real se manifiesta en aspectos como el embalaje de las obras de Pablo. En la sala, lo imaginario se refleja en la obra de Mónica, con su mezcla de colores, texturas y el estudio de la forma y el espacio”.
Después de él, Luis Bork, presidente de la Corporación, dijo unas palabras: “En este hermoso día de invierno, a través de la cuerda y la música, hicimos un recorrido por nuestro imaginario, observando las obras y, en definitiva, sintiendo. Como siempre hemos conversado con los artistas, el mundo va a cambiar, y lo hará gracias a ellos, porque nos permiten trabajar permanentemente con el imaginario, vivirlo en la realidad y aportar esperanza y sueños a partir de nuestras propias debilidades, pero también nuestra grandeza. Por lo tanto, felicito a cada uno de los dos expositores y a nuestra expositora, quienes nos permiten seguir soñando”.
Una vez finalizados los discursos, se presentan las obras de los artistas:
Pablo Valdebenito, reconocido por su habilidad como marquero y su singular enfoque artístico, nos presenta «Entrega Urgente», una exposición que combina meticulosamente la premura con el detalle. Inspirado por grandes referentes del ensamblaje como Kurt Schwitters, Joseph Cornell y hasta el mismo Picasso, Valdebenito crea obras que invitan a reflexionar sobre el ritmo acelerado de nuestra época y el valor de la contemplación.
El ensamblaje, un derivado del collage que emplea objetos volumétricos, se convierte en el vehículo a través del cual Valdebenito expresa su visión. Sus piezas integran elementos fabricados intencionalmente, destacando la artesanía y la premeditación detrás de cada detalle. Los «paquetitos» presentes en la muestra no son hallazgos fortuitos, sino objetos cuidadosamente diseñados para evocar la sensación de expectativa y descubrimiento.
Por su parte, Mónica Nahum Price, una artista cuya vida ha estado marcada por su amor al arte y su constante búsqueda de innovación, nos presenta «Transformación», una exposición que refleja su evolución y creatividad a lo largo de los años. Desde su infancia, Mónica disfrutaba armar rompecabezas, una pasión que se traduce en su proceso creativo actual. En sus collages, ella comienza dibujando y cortando formas, ensamblándolas de maneras inesperadas. Estas obras, llenas de texturas y detalles, son el resultado de un constante proceso de armado y desarmado, reflejando su enfoque meticuloso y su amor por la experimentación.
La exposición «Transformación» destaca por la dualidad de técnicas que Mónica emplea. Sus piezas de acrílico sobre tela presentan un estilo plano y estructurado, mientras que sus collages, con elementos tridimensionales, revelan una faceta más dinámica y texturizada de su arte. Inspirada por artistas como Carmen Piemonte y Elsa Bolívar, y a nivel internacional por Kandinski y Piet Mondrian, Mónica logra una síntesis única de influencias que se refleja en cada obra.
Finalmente, Gustavo Álvarez Alvarado presenta un desafío a la interpretación simbólica en su exposición “El orden natural de las cosas”, esto después de haberse consagrado con el primer lugar en el concurso nacional Arte Joven de la Universidad de Valparaíso este año 2024 y participar en distinguidas exposiciones tanto en Museo Palacio Vergara como exposiciones colectivas.
La obra del viñamarino ocupa un interesante lugar en el espectro de movimientos artísticos como el impresionismo, que buscan reflejar la realidad de la manera más precisa, y otros como el expresionismo, que presenta un universo onírico más enfocado en plasmar sentimientos en el canvas que figuras naturales. Durante su desarrollo artístico, este ha profundizado en la línea figurativa por medio del Dibujo, Pintura y Grabado, enfatizando el manejo del claroscuro, acentuando fuertes contrastes entre zonas iluminadas y ensombrecidas. Todos estos detalles van creando una atmósfera teatral de escenas misteriosas y envolventes en paisajes, interiores, retratos y desnudos colmados de expresión, pero sobre todo simbolismo.
Esta colección destaca el uso preciso de la figuración, símbolos y alegorías en el arte gráfico. Álvarez utiliza la figuración para crear imágenes realistas que invitan al espectador a descubrir significados profundos. Los símbolos, integrados cuidadosamente, actúan como claves interpretativas que revelan capas ocultas de sentido y conectan la obra con contextos históricos, culturales y personales. Las alegorías convierten las composiciones en narrativas visuales complejas, donde cada elemento contribuye a un mensaje moral, filosófico o social.
Álvarez sube al escenario donde habla de sus inspiraciones, no solo las artísticas sino también las literarias y filosóficas. Expone un poco sobre el goce del proceso creativo y el cómo trata de desafiar al espectador en encontrar un significado propio a sus obras. También aprovecha de agradecer a sus estudiantes, a sus profesores y finalmente a la Corporación. La ceremonia se da por finalizada, dejando a los asistentes recorrer los muros de la Sala Viña del Mar mientras bebestibles y aperitivos eran compartidos entre las conversaciones y la contemplación.