La Corporación Cultural de Viña del Mar dará inicio el mes de agosto con la exposición “La casa, el cuerpo, la escena”, compuesto por pinturas del artista nacional Ernesto Banderas. La inauguración de esta actividad, que se realizará en la Sala Viña, ubicada en la calle Arlegui 683 el jueves 1 de agosto a las 18:30 horas, va a venir acompañada musicalmente por Devenires Dúo, un dúo de guitarras compuesto por Pablo Jeira Silva y Víctor Reyes Vidal. La entrada de este espectáculo es gratuita y abierta al público general.
El dúo es originario del litoral central: Pablo es de San Antonio mientras que Víctor es de Santo Domingo, a unos pocos kilómetros de distancia. Se conocieron como compañeros de la carrera de Interpretación Musical en la PUCV. Los unió un interés en el lado docto y tradicional de la música, algo que no se ve tanto en la carrera. Como dúo, llevan aproximadamente un año tocando guitarra y charango juntos, sumando posteriormente la viola, para así comenzar a tocar y formar grupos de música de cámara en la universidad. Individualmente Víctor lleva 14 años tocando, mientras que Pablo toca guitarra hace 17 años, pero desde hace unos ocho se especializa en la guitarra clásica.
Su principal inspiración es el Dúo Alturas, un grupo originario de Estados Unidos, compuesto por un chileno y que combina viola, charango y guitarra. Buscaban crear algo similar en Chile, utilizando la misma inusual instrumentación. Pablo explica: “Hay compositores contemporáneos que están creando música específicamente para este formato, integrándola con música clásica. Por ejemplo, algunos incorporan un cuarteto de cuerdas acompañante o componen obras específicas para dúo, lo cual está dando lugar a nuevas creaciones”.
Por su parte, Víctor añade que les “parece interesante hacer adaptaciones de música que no fue originalmente escrita para nuestros instrumentos y llevarla a este formato. Por ejemplo, estamos tocando piezas que eran para guitarra y flauta y las hemos adaptado para guitarra y viola. También se han hecho adaptaciones de temas originalmente escritos para dos guitarras, y el compositor hizo una versión que incluye charango y viola, pensada específicamente para nuestra organización”.
¿De qué manera fusionan la música docta con la de raíz folclórica?
― Uno de los objetivos del dúo es colaborar con compositores actuales que conocemos y con quienes podemos contactar ― explica Pablo. ― Hay una línea de compositores interesados en la fusión entre la música docta y la música de raíz, y nosotros nos basamos en esa música. Hemos colaborado con compositores, como Tito Guzmán, quien nos apoyó y dedicó una pieza en una versión a dúo. Tito es un compositor de la zona de San Antonio. Así es como fusionamos la música docta con la música de raíz, no solo en la fusión musical, sino también en los timbres que usamos, la combinación de instrumentos y la elección de un repertorio que combine ambas raíces.
― En cuanto al público, hemos buscado tocar repertorio que sea más accesible inicialmente, empezando con piezas netamente folclóricas para captar el interés de la gente ― añade Víctor.― De esta manera, esperamos atraer a las personas hacia esta fusión y luego introducirlas al lado más docto, que es nuestra especialidad en la carrera. Así, buscamos integrar estos dos mundos en nuestros conciertos.
¿Cuál es la importancia que le dan al folklore en su música?
― Como estudiantes del área docta, hemos observado que en las academias de Chile, mayoritariamente, no se suele trabajar la música latinoamericana de raíz folclórica, excepto en ciertos instrumentos como la guitarra ― explica Pablo. ― Hay una fuerte área compositiva interesada en desarrollar esto, y coincide con la visión de nuestra universidad, que potencia esta música. Sin embargo, esto no ocurre en otras universidades ni en otros instrumentos, como la viola, que no trabaja mucho con compositores chilenos. Aunque hay excepciones, no es una constante, y menos con música de raíz folclórica. Siento que hay una problemática allí a desarrollar, dado que en otros países latinoamericanos, como Brasil, Argentina o Cuba, esta música sí se estudia en los conservatorios. Esta es una problemática a resolver y es uno de los principales hitos que nos permite desarrollar nuestra música.
¿Qué es lo que les gustaría transmitir con su música?
― Hemos debatido esto y creemos que hay un punto en común: transmitir la pasión que nos genera el fenómeno musical ― dice Pablo. ― Hay una importancia cultural en esto, así como en la búsqueda de la belleza, algo en lo que los artistas estamos profundamente inmersos. El arte sirve para esta búsqueda, y nos gustaría transmitir esta belleza que existe en ciertos repertorios. Queremos que esto se visibilice en las masas, ya que siempre estamos en deuda en ese aspecto.
¿De qué manera buscan enriquecer la cultura local con su música?
― Lo fundamental de este dúo, como te comentábamos antes, es trabajar con compositores locales, tanto aquellos que están comenzando como los que llevan más tiempo y están más consolidados ― explica Pablo. ― Nos interesa generar una red de colaboración entre compositores e intérpretes, ya que a veces esa relación no es tan cercana. Queremos dar a conocer a los nuevos compositores que existen hoy en día y que están interesados en desarrollar esta música.
― Y que sus obras se sigan tocando, porque generalmente sucede que una obra se estrena y luego no se vuelve a interpretar ― añade Víctor. ― Queremos incluir estas obras en nuestro repertorio y mostrarlas en varias partes, para que no se queden solo en su nacimiento.
¿Cómo eligieron el repertorio para la velada del primero de agosto?
― En nuestra asignatura de cámara, que es lo que estamos trabajando con el dúo, estamos trabajando la Histoire du Tango de Astor Piazzolla ― explica Pablo. ― Aprovechamos esa oportunidad para incluirla en el programa. Además, dado que tenemos repertorios diversos a nivel popular y docto, quisimos que el repertorio del concierto fuera un viaje a través de diferentes estilos y categorías musicales. Recuerdo haber conversado con Víctor, quien sugirió que comenzáramos con lo popular para conectar rápidamente con la audiencia, y luego integrar piezas que combinan viola, charango y guitarra, para finalmente terminar con lo docto. Así, el programa tendría un hilo conductor que guiara y tradujera ese viaje sonoro a través de los diferentes momentos del concierto.