La comunidad médica y la sociedad en general se encuentran conmocionadas por el trágico fallecimiento de Pablo Leiva Inzunza, estudiante de séptimo año de Medicina en la Universidad de Valparaíso. A sus 27 años, Pablo se quitó la vida tras sufrir meses de maltrato psicológico durante su periodo de internado en el Hospital San Camilo de San Felipe y un Cesfam de la zona.
Según el testimonio de su madre, Marta Inzunza, a BBC, el joven fue sometido a constantes humillaciones y presiones por parte de sus superiores, lo que minó su autoestima y lo llevó a un estado de estrés extremo. La madre del joven señaló que su hijo era un estudiante dedicado y amable, pero que el sistema de internado lo llevó al límite, causándole convulsiones y, finalmente, la decisión de quitarse la vida.
Demandan investigación exhaustiva y medidas concretas
Ante este lamentable suceso, diversos actores han alzado su voz exigiendo una investigación profunda y transparente por parte de la Universidad de Valparaíso y del Hospital San Camilo. Asimismo, se demanda la implementación de medidas concretas para prevenir futuros casos de maltrato y acoso en el ámbito de la formación médica.
La Universidad de Valparaíso ha anunciado la apertura de una investigación sumaria, mientras que el Hospital San Camilo ha señalado que no cuenta con denuncias formales al respecto. Sin embargo, ambas instituciones se comprometieron a revisar sus protocolos y a tomar las medidas necesarias para garantizar un ambiente de aprendizaje seguro y respetuoso para los estudiantes.
Un llamado a la reflexión
El caso de Pablo Leiva no es aislado. En los últimos años se han registrado diversos casos de estudiantes de salud que han sufrido maltrato durante sus prácticas profesionales, lo que ha generado un creciente debate sobre las condiciones en las que se desarrolla la formación médica.
Es fundamental que las instituciones educativas y los centros de salud reconozcan la gravedad de este problema y tomen medidas urgentes para erradicar el maltrato y el acoso en todos sus niveles. Asimismo, se hace necesario promover una cultura de respeto y cuidado hacia los estudiantes, basada en el diálogo, la empatía y el apoyo mutuo.