El 22 de septiembre de 1999 se proclamó oficialmente el Día Mundial Sin Automóvil en una iniciativa promovida por organizaciones no gubernamentales y gobiernos locales en Europa. Su objetivo es concientizar sobre los efectos negativos del uso masivo del automóvil en las ciudades y fomentar alternativas más sostenibles como el uso de la bicicleta, el transporte público y caminar. Esta acción busca reducir problemas como la contaminación, el ruido y la congestión, promoviendo una vida urbana más saludable y eficiente. En Chile, el Día Nacional Sin Automóvil se celebra desde el 2018, el último viernes de septiembre.
En Santiago, las restricciones temporales de tráfico han mostrado resultados positivos. Las prohibiciones de conducción en horas peak han reducido los viajes en automóvil entre un 6% y un 9%, disminuyendo la contaminación y fomentando el uso del transporte público.
Limitar el uso de automóviles en las ciudades contribuye a reducir la contaminación del aire, el ruido y la temperatura, lo que mejora la calidad de vida de los ciudadanos. Estas acciones también son clave en la lucha contra el cambio climático, ya que el transporte es uno de los mayores emisores de gases de efecto invernadero.
Además, los días sin automóvil han demostrado tener beneficios educativos y turísticos. En ciudades como Valparaíso, los turistas que optan por utilizar el transporte público reportan una mayor satisfacción en comparación con quienes usan autos, ofreciendo una manera más consciente de explorar destinos sin contribuir a la congestión ni la contaminación.
Para fomentar el uso de medios de transporte más sostenibles, es esencial fortalecer las redes de ciclovías, crear espacios agradables para caminar y mejorar la seguridad vial. Estos son los elementos que pueden hacer que las personas adopten el transporte sin automóvil, como ya sucede en varios países de Europa, donde el automóvil privado es la última opción debido a una planificación urbana centrada en el usuario y no en el vehículo.
Es importante entender que crear ciudades más sostenibles no implica prohibir los automóviles, sino ofrecer alternativas atractivas y eficientes. Comenzar con ciudades más pequeñas y luego expandir estas políticas hacia las grandes capitales es un camino viable para reducir la dependencia del automóvil.
Este día no es solo una fecha simbólica, sino una oportunidad para repensar cómo queremos que sean nuestras ciudades en el futuro. Un transporte público seguro y accesible, junto con una red de ciclovías bien diseñada, son elementos clave para lograr una movilidad urbana más sostenible. La experiencia reciente en Chile muestra que es posible reducir el uso de automóviles si se aplican políticas adecuadas e inversiones en infraestructura.
Este día nos recuerda que el cambio hacia una movilidad sostenible requiere un compromiso a largo plazo de gobiernos, empresas y ciudadanos. Crear ciudades más habitables y respetuosas con el medio ambiente es un esfuerzo que nos involucra a todos.