Desde la Federación Unión Nacional de Trabajadores y Trabajadoras a Honorarios del Estado (UNTTHE) junto al Sindicato de Trabajadores y Trabajadoras Independientes a Honorarios de la Municipalidad de Quilpué (SITTHOMQ), nos sumamos a lo expresado por la Asociación de Profesionales y Técnicos de la Municipalidad de Quilpué (APROTEC), y rechazamos profundamente las declaraciones que ha emitido la candidata a concejala, Laura González, en su campaña política, las cuales no solo desinforman, al exponer información errada o falsa, sino que también menosprecian la labor profesional de las y los trabajadores a honorarios de dicha municipalidad, mostrando un desconocimiento preocupante sobre el funcionamiento del sistema público o, peor aún, una mala intención deliberada con tal de obtener votos.
En los videos publicados en su cuenta personal bajo el título «Caiga quien caiga», la candidata realiza ataques directos a trabajadores a honorarios, y utiliza una narrativa que intenta posicionar la contratación de personal bajo esta modalidad como si se tratara de una herramienta política y un privilegio, excusándose en que va en desmedro de la carrera funcionaria. Nada más alejado de la verdad.
Nosotros, trabajadores y trabajadoras a honorarios, que en las municipalidades llegamos a ser muchas veces, en promedio, el 50 o 60% del total de trabajadores, somos parte de la columna vertebral de las instituciones estatales, junto a nuestras compañeras y compañeros de planta y contrata, cumpliendo muchas veces las mismas funciones, pero sin los mismos derechos y condiciones de trabajo. Tal es el caso de compañeras y compañeros que llevan más de 40 años trabajando a honorarios, pasando por distintas administraciones municipales, y, como es obvio, cumpliendo funciones permanentes. Pero ellas y ellos no tendrán incentivo al retiro, no se les reconocerá los años de servicio, no han podido subir en una escala de remuneraciones, manteniéndose siempre al arbitrio de la jefatura de turno, al igual que todos los trabajadores sujetos a esta categoría contractual.
La candidata sostiene que los trabajadores a honorarios reciben sueldos equivalentes a los de planta y contrata, cuando ha sido ella misma en sus videos la que ha expuesto que los trabajadores a honorarios perciben incluso la mitad que sus colegas, realizando las mismas funciones. Nuestros sueldos en promedio son significativamente más bajos, y aun así, intenta minimizar la precariedad con la que cargamos día a día, como si se tratara de un privilegio.
Es inaceptable que González cuestione nuestra capacidad profesional. Al decir que no tenemos “ni la experiencia ni las competencias de los funcionarios de carrera”, demuestra un desprecio y un desconocimiento profundo por nuestra labor. ¿Cómo puede alguien que aspira a un cargo público denigrar a quienes hacen posible el funcionamiento de las Instituciones del Estado?
Somos quienes, desde la precarización, seguimos cumpliendo con nuestras funciones con rigor, profesionalismo y compromiso, mientras el actual sistema político nos niega los derechos que nos corresponden por nuestro trabajo.
Tal como ha señalado APROTEC en su declaración, existen varias legislaciones que rigen el funcionamiento de las municipalidades de Chile. Particularmente, la Ley de Plantas establece límites en la cantidad de trabajadores de planta y contrata que pueden ser contratados. Esta limitación impide a los gobiernos locales contar con todo el personal necesario para satisfacer las necesidades de sus comunas, lo que obliga a recurrir a la contratación de personal a honorarios como medida paliativa.
El sistema de contratación a honorarios no es una elección ni un privilegio, sino una forma de explotación institucionalizada. Y este no es un tema local, sino un problema a nivel nacional, el cual es omitido o desconocido por la candidata.
Nosotros, trabajadoras y trabajadores a honorarios, no buscamos privilegios, sólo exigimos lo que nos corresponde: derechos básicos, estabilidad y seguridad laboral. El Estado chileno, a través de sus propias leyes, es uno de los mayores explotadores laborales, relegándonos a una categoría de trabajadores de segunda clase, al no tener la capacidad para otorgarnos contratos dignos a todos.
Invitamos a la candidata Laura González a informarse mejor sobre el contexto real en que los trabajadores a honorarios realizamos nuestras labores y a reconsiderar sus palabras que no solo desinforman, sino que también ofenden a quienes, día a día, contribuimos al funcionamiento de la Municipalidad de Quilpué y de las instituciones públicas a lo largo todo el país.