Todos tenemos la costumbre de servirnos una infusión de hierbas después del almuerzo, en las tardes o antes de dormir. Una tradición chilena, un clásico ancestral, pero a la vez con una base muy científica.
Así lo explica Elizabeth Tapia, académica de la carrera de Química y Farmacia de la U. Andrés Bello, sede Viña del Mar, quien entregó algunos datos con respecto a las infusiones que pueden ayudar a controlar la ansiedad.
“Tenemos varios estudios clínicos que avalan, por ejemplo, el uso de valeriana, el uso de aceites de lavanda y también de melisa para tratamiento ansiolítico”, explica la académica, quien agrega al listado a la “valeriana, pasiflora, tilo, naranjo”.
Sin embargo, el abuso de las fuerzas naturales también puede tener consecuencias negativas ya que “cualquier exceso es malo y, obviamente en el tema de las hierbas, también lo es”.
Otro aspecto a prevenir, corresponde a las alergias que algunas de estas plantas podrían generar, ya que ninguno es inocuo.
Por lo tanto, la clave es estar siempre informado del tipo de hierba, sus propiedades y condiciones de preparación.