Son 17 los bergeres que recibió el Hospital Dr. Gustavo Fricke para la implementación de la Ley Mila en el establecimiento. Se trata de sillones clínicos reclinables por un monto total de 21 millones de pesos, adquiridos por el Servicio de Salud Viña del Mar Quillota para incorporarse a los 23 adquiridos por concepto de Hospital Amigo, y que fueron distribuidos en Oncología Infantil, Área de la Mujer, Neonatología, Bloque Médico Quirúrgico Pediátrico y Unidad de Emergencia Infantil. Esto, para hacer más cómodo el acompañamiento de los pacientes.
Como lo señala el Director del Hospital Dr. Gustavo Fricke, Juan Cargos Gac, “el hospital, aparte de incluir a la ley Mila y llevar adelante todos los requisitos que nos están pidiendo, lo que busca es atender de la mejor manera a las familias de aquellos niños que están hospitalizados, poder cumplir la ley y darles el mejor servicio a todos”.
Complementa la Subdirectora de Gestión del cuidado Elizabeth Ibarra, señalando que “se viene trabajando con el Servicio de Salud, con presupuesto de la ley Mila, justamente para reforzar el acompañamiento de los niños hasta los 19 años. Como hospital estamos súper contentos porque viene a ajustarnos la brecha de este requerimiento para que los papás estén cómodos, puedan acompañar de mejor manera a sus hijos en todo el crecimiento, y durante la hospitalización”.
La Ley 21.372 conocida como Ley Mila asegura el derecho de los niños, niñas y adolescentes (NNA) y las mujeres gestantes a estar acompañados durante su atención de salud, y en ese contexto pueden estar acompañados por familiares y amigos cercanos según la reglamentación de cada establecimiento, ya estén hospitalizados o en atención ambulatoria.
Así también, el establecimiento debe procurar que las personas acompañantes reciban un trato digno y respetuoso, con buenas condiciones, para fortalecer la integridad física y psíquica del paciente. Así lo ha experimentado Nicole Olivares, mamá de la pequeña Magdalena, bebé prematura ingresada en la sala de Neonatología: “Acá uno dispone de casilleros donde tú puedes guardar tus cosas. Además del horario de visita es bastante flexible. También te incentivan bastante a crear un vínculo de apego con el niño, con el bebé. Tenemos la comodidad de estar en estos sillones donde uno puede amamantar al bebé. Te van enseñando, te van acompañando en el proceso”.
Finalmente, esta mamá de Villa Alemana señala que “uno tiene un estigma de hospital público que por ahí la atención no es tan buena. Y yo he podido constatar que claramente acá se marca una diferencia. Porque realmente uno se siente muy acogido y acompañado. Y uno también tiene la oportunidad de acompañar a su hijo durante todo el periodo de hospitalización. Ya que yo no tenía idea que eso se podía hacer. Entonces uno se queda de día y de noche con tu hijo. Y eso es realmente muy valioso para uno como padre”.