La promesa de campaña del Presidente Gabriel Boric sobre la condonación del Crédito con Aval del Estado (CAE) generó un gran respaldo por parte del electorado joven en las elecciones presidenciales. Esta propuesta, que apelaba directamente a miles de deudores de educación superior, fue vista como un compromiso de cambio que aliviaría el bolsillo de muchas familias chilenas. Sin embargo, a medida que avanza el gobierno, la concreción de esta promesa enfrenta obstáculos significativos.
Durante la campaña presidencial, Gabriel Boric captó la atención de la juventud con una opción que prometía cambios estructurales en áreas como la educación, el empleo y los derechos sociales. Entre las propuestas que generaron más apoyo estuvo la condonación del CAE. Para muchos, este compromiso se tradujo en una oportunidad para liberarse de una deuda que, en algunos casos, se ha prolongado durante años.
De hecho, se podría atribuir parte del triunfo electoral de Boric a esta propuesta, ya que representó un cambio tangible en la calidad de vida de muchos chilenos. Además, la posibilidad de dejar de pagar sus cuotas generó un clima de optimismo entre los estudiantes y profesionales endeudados.
Pese a las expectativas generadas, la promesa de campaña de Boric no ha avanzado al ritmo esperado y el ingreso del proyecto de Ley prevé una larga discusión parlamentaria, cruzada por la realidad económica y las limitaciones presupuestarias
Varios deudores, convencidos por el anuncio inicial, dejaron de realizar pagos del CAE, confiando en que pronto se verían beneficiados por la condonación. Tomando en cuenta que ya no existe condonación total como se había prometido y que el proyecto está recién entrando a discutirse, lo que hay para ellos ahora es una situación de incertidumbre y con el riesgo de aumentar aún más su deuda debido a los intereses acumulados.
La falta de cumplimiento de la promesa de campaña tiene implicaciones graves en la confianza hacia las instituciones políticas y los electos.
Desde un comienzo se supo que esta promesa era compleja ya que implicaba recursos que Chile no tiene. Varios expertos señalaron que la condonación masiva de deudas sería un desafío monumental para las finanzas públicas. A pesar de ello, la promesa fue formulada y difundida, sin un plan financiero claro, lo que nos vuelve a poner en el tapete el debate sobre la responsabilidad de hacer propuestas sin el respaldo presupuestario necesario.
Realizar promesas de campaña sin considerar la factibilidad económica es un problema recurrente en la política. Al no cumplir con estos compromisos, los gobiernos no solo arriesgan su credibilidad, sino que también pueden generar efectos adversos en la sociedad y se debiera trabajar en una manera de que no sea gratis el prometer cosas sin bases claras de que se puedan cumplir.