Ante los lentos avances en la a negociaciones sobre el 6% adicional que originalmente está contemplado en el proyecto, surgen nueva fórmulas para poder llegar a un acuerdo en la ansiada Reforma Previsional.
Por ejemplo, se habla de una figura compuesta por 4,5 puntos a la nueva cotización a las cuentas de ahorro individual. Otros 1,5 puntos estarían destinados a financiar el «aporte reembolsable» (o «préstamo») de los cotizantes al Estado para financiar un incremento en la pensión de los actuales jubilados.
En la práctica, esquema implica que un total de seis puntos de cotización terminaría -cuando se produzca la devolución- en las cuentas personales de capitalización individual. Pero se debe sumar el financiamiento que se formula para el denominado «bono tabla» destinado a compensar las pensiones de las mujeres. La idea que ha tomado fuerza es un «seguro social» que suma este beneficio a los que actualmente entrega el Seguro de Invalidez y Sobrevivencia (SIS) con la cotización del empleador -o del trabajador, en el caso de los independientes- con un monto equivalente al 1,5% de la renta imponible.