El pasado jueves 9 de enero a las 18:30 horas se llevó a cabo el concierto «Aires de Verano» del Cuarteto Polaris en Sala Viña, ubicada en Arlegui 683, organizado por la Corporación Cultural de Viña del Mar.
El concierto ofreció un recorrido emocional y sonoro, iniciando con el luminoso Cuarteto «Sunrise» de Haydn, que evoca la frescura del amanecer, seguido por «Un ocaso en Valparaíso» de Trinidad Winett, una obra contemporánea que captura la magia del crepúsculo porteño, y culmina con el intenso Cuarteto en Fa menor de Mendelssohn, que traslada al público a un profundo viaje de duelo y esperanza.
El Cuarteto Polaris integrado por talentosas músicos de nuestra región, Antonia Payacán, Camila Díaz, Gabriela Altamirano y Ana Leiva, fue formado en 2024 y desde entonces ha realizado presentaciones en ciudades como Santo Domingo, Valparaíso y Viña del Mar. Recientemente fue seleccionado entre los 5 cuartetos más destacados de todo el mundo en FEMUSC 2024.
Camila Díaz, violinista titulada en Interpretación Musical con mención en violín de la Escuela Moderna y diplomada con el «Professional Studies Certificate» en estudios musicales de la Universidad de Kutztown, Pensilvania, nos comparte sus reflexiones:
¿Cómo nació la idea de formar el Cuarteto Polaris?
― El Cuarteto Polaris surgió poco después de que me mudé a Viña del Mar en marzo del año pasado. Tenía muchas ganas de hacer música, pero aún no contaba con un trabajo estable ni un círculo consolidado de músicos. Siempre había querido formar un cuarteto, especialmente uno compuesto por mujeres. En abril, contacté a Antonia, la violinista, y a Ana, la chelista, quienes eran conocidas mías. A Ana la conocía de nuestros estudios en la Universidad Católica en Santiago, y a Antonia de una academia musical en Frutillar. Admiraba mucho su trabajo, por lo que fueron mi primera opción para formar el cuarteto. Posteriormente, ellas sugirieron a Gabriela para completar el grupo.
Cuéntennos un poco sobre el nombre «Polaris». ¿Qué representa para ustedes y cómo se conecta con la identidad del cuarteto?
― El nombre «Polaris» surgió mientras buscábamos algo que nos representara como cuarteto. Nos inspiramos en la idea del mar, dado que todas vivimos en Viña del Mar; dos de nosotras crecimos aquí, y Ana y yo nos mudamos recientemente. Polaris simboliza la «estrella que guía a los navegantes», lo que nos pareció muy significativo y acorde a nuestra visión de guiarnos mutuamente en este viaje musical.
¿Cómo se complementan entre sí en cuanto a estilo y enfoque musical? ¿Qué diferencias aportan cada una de ustedes a la interpretación del cuarteto?
― El proceso de trabajo ha sido muy natural y fluido. Existe una gran admiración mutua entre nosotras, lo que genera un ambiente de confianza y apertura para expresar nuestras ideas y probar cosas nuevas. Aunque cada una tiene su propio estilo de interpretación, hemos logrado adaptarnos para crear el sonido que queremos proyectar.
¿Qué es lo que le gustaría transmitir con su música?
― La intención de nuestras interpretaciones depende del programa que estemos presentando. En nuestro próximo concierto, buscamos transmitir las emociones evocadas por cada obra: el amanecer en la pieza de Haydn, el ocaso en la obra de Trinidad Winett, y el viaje de duelo reflejado en la composición de Mendelssohn. Queremos que el público experimente un recorrido emocional desde el amanecer hasta el
¿Cómo ven el panorama de la música de cámara en Chile actualmente?
― El panorama de la música de cámara en Chile es complejo, ya que es un formato relativamente nuevo y no cuenta con el mismo nivel de apoyo ni remuneración que las orquestas. A diferencia de Europa, donde hay músicos que se dedican exclusivamente a la música de cámara, aquí es difícil vivir solo de eso. La música de cámara es altamente autogestionada, sin una institución que respalde a los músicos de forma estable. A pesar de esto, tenemos la esperanza de que esta situación cambie y se generen más oportunidades para vivir de lo que nos apasiona. Hay mucho repertorio de música de cámara que mucha gente debería escuchar. A mí me encanta hacer música de cámara, es el formato que más me gusta, entonces espero en algún momento vivir de esto.
Para aquellas personas que no están tan familiarizadas con la música clásica, ¿por qué consideran que es importante que más personas se acerquen a este tipo de música?
― Mi consejo es abrirse a nuevas experiencias auditivas. La música clásica ofrece una diversidad infinita de obras y estilos que pueden emocionar a cualquiera. Participar en conciertos en vivo es una excelente forma de acercarse a este género y descubrir su belleza.