Se cumplen seis días desde que un grupo de dirigentes y damnificados iniciaron una huelga de hambre en protesta por el lento proceso de reconstrucción y por una serie de dificultades en el acceso a subsidios, bonos y beneficios.
Con el correr de las horas, varias familias han llegado hasta la cancha de Villa Independencia, para acompañar a los huelguistas, instalándose en carpas e infraestructuras precarias. La gran mayoría no tiene empleo ni recibe apoyo del estado, pese a ser damnificados. El problema viene a la hora de la alimentación y las necesidades básicas, considerando que suman la menos 150.
«Seguimos esperando que nos devuelvan la dignidad de nuestras vidas, poder ducharnos, tener un baño como corresponde, un hogar, que los abuelos tengan una cama cómoda y tantas cosas que se nos prometieron. Por eso estamos en esta huelga de hambre. Además estamos muy angustiados por las familias que nos vienen a apoyar todos los días. Están acampando acá y no tienen nada que comer, ni agua, ni dónde dormir ni los implementos básicos para el baño», explicó Evelyn Riquelme, en huelga de hambre.
«Estamos acompañando a los chiquillos que están en huelga, muchos con familias completas y niños y por eso nuestra principal necesidad es pan y algunas cosas para el desayuno y la tarde. Estamos súper agradecidos por toda la ayuda que nos han traído de forma voluntaria», manifestó Sabrina Altarmirano, vecina y damnificada.
Un llamado que fue acogido por privados y organizaciones. Por ejemplo, UNIPAN, agrupación que reúne a varias panaderías de la zona ya logró coordinarse para hacer entrega de más de 200 unidades tanto en la mañana como en la tarde.
«Yo me hice presente en el lugar gracias al llamado de Francisco Montenegro de la Panadería Andrea y claramente acá hay una necesidad urgente. Hicimos el llamado a nuestros socios y logramos armar un calendario para los próximos días con la ayuda de la Panadería Quilpué, Reno y Doña Pilar por ahora, pero se irán sumando más y estamos muy agradecidos de la recepción», indicó Ramón Olfos, Presidente de UNIPAN
“Como ciudadano es imposible quedar indiferente. Han tenido que llegar al extremo de hacer una huelga de hambre para exigir respuestas del Gobierno y las autoridades, mientras sus cercanos y amigos los están acompañando. Y esas familias tienen que comer, necesitan cosas básicas para el día a día ahí en el campamento que se instaló alrededor del lugar. No se puede ser tan indolente y al menos, si se puede aportar con un pequeño granito de arena para ellos, ahí estaré disponible”, agregó Renato Forno quien colaboró con al menos tres días de mercadería para la olla común.
Colaboraciones que fueron gestionadas por el Senador Francisco Chahuán, debido a que avanzan los días y no han solución al petitorio de 10 puntos presentado por los huelguistas de hambre. «Un año plagado de incertidumbre y donde los damnificados están perdiendo los bonos que son imprescindibles para sostenerse. Vemos un Gobierno que no tiene empatía con los damnificados».
«Es una decisión difícil pero estamos viendo una reconstrucción inexistente. Es obvio que con el paso de los días, las habilidades motoras empiezan a fallar y esperamos no tener que llegar al extremo, hasta donde nuestro cuerpo resista», sostuvo Jaime Mella en huelga de hambre.
«Se agradece todo el apoyo que ha llegado hasta el momento, sobre todo para la alimentación de las familias que nos han venido a apoyar en la huelga y que requieren agua, comida y ropa», agregó Jorge Rojas en huelga de hambre.
Se espera que este viernes se realice una primera reunión de acercamiento entre las personas movilizadas y la delegación presidencial regional.