Luciano Quintana y Jorge Rojas, debieron ser trasladados de urgencia hasta el hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar, debido a complicaciones de salud por arritmia cardiaca y presión, en medio de la huelga de hambre que mantienen tras cumplirse un año del megaincendio sin avances significativos en la reconstrucción.
Los damnificados decidieron radicalizar sus protestas ante la falta de respuesta de las autoridades, a una semana de haber comenzado la huelga de hambre, incluso sin agua.
La media fue tomada luego del fracaso de la primera cita cuando los dirigentes representantes de los damnificados se reunieron con funcionarios de la Delegación Presidencial para poder definir el número de representantes que podrían asistir a una reunión programada para ese mismo día. Al no llegar a un acuerdo, esto generó molestia entre los afectados y sus familias.