EL ROL DE LAS ENFERMERAS /OS EN EL ÁMBITO DE LO HUMANO – SOCIAL
Por Silvio Becerra Fuica
Profesor de Filosofía y Agente Multiplicador de Salud Gerópolis UV
El área de la salud de cada país, es un conglomerado administrativo y operativo que tiene como finalidad -mediante políticas públicas- mantener en lo posible un estado de salud de su población que sea compatible con la vida, siendo deseable a la vez que esta pudiera ser de calidad; pues como sabemos hay vidas y vidas, teniendo en consideración que en los países en desarrollo como el de nuestro Chile, el acceso a la salud no siempre es igualitario para toda su población; situación que se aprecia y vislumbra desde el momento mismo de nacer, hasta el momento de morir.
Son muchos los estudios de todo tipo, que con una diversidad de enfoques – educacionales, médicos, laborales, sociológicos, psicológicos y filosóficos- dan cuenta de esta histórica barrera que impide el acceso igualitario y equitativo, no solo a una salud de calidad y personalizada, sino que también a todos los beneficios al que un ser humano -sin apellido- debería tener acceso en una sociedad determinada.
Con esto se quiere decir que en este tipo de sociedades existen seres humanos, que en cuanto tal son similares; pero que en su desarrollo en el contexto de lo social se presentan definitivamente diferentes, pues para unos este proceso es relativamente fácil, de algún modo predeterminado, mientras que para otros la situación es bastante compleja, donde todos sus esfuerzos siempre están cuesta arriba.
En esta breve contextualización se presenta un panorama general de las personas en sociedad, que nos muestra sin tapujos las diferencias que se dan entre estas -que están a la vista de todos- en una multiplicidad de ámbitos, especialmente en el de la salud de los seres humanos.
Como analizar cada uno de estos ámbitos va más allá de las pretensiones de este escrito, es preciso ir a lo que nos convoca; el área de la salud, en cuyo interior destaca un constituyente fundamental de esta, que no es otro que el de las enfermeras/os, las que de acuerdo a su meritoria labor, se ubican en la primera línea de la prevención de enfermedades, promoción y gestión de la salud física, mental y social de las personas, situación que como sociedad tuvimos la oportunidad de comprobar y vivenciar durante la reciente pandemia del covid-19; donde éstas por su contacto directo con los enfermos, en todo momento tuvieron en riesgo permanente sus vidas.
No obstante, las variadas dificultades que este mortal virus opuso en todo momento, su actitud ético – profesional se mantuvo siempre en alto, situación que sólo ahora después de la tormenta, es posible de apreciar y reconocer con la debida calma y por lo tanto como sociedad mostrar el merecido reconocimiento y respeto que esta abnegada, sufrida e incomprendida profesión se merece.
Ya en el ámbito de la vida cotidiana, fuera de situaciones extremas como las impuestas por la pandemia, la actividad profesional de la enfermería, destaca por su fiel compromiso con la comunidad, la que es posible de constatar en todas las etapas del desarrollo del ser humano, en sus atenciones de bebés, niños ya crecidos, adultos y personas mayores; todos estos, segmentos que en determinados momentos de su vida se encuentran definitivamente ligados a la acción de estos profesionales de la salud.
Ya podemos decir, como personas externas al área de la salud, que de enfermería y de los profesionales que en ella se desempeñan sabemos muy poco, tanto, que apenas nos permite identificarlos en alguna relación con nuestras personas, en algún momento en que somos atendido por estos en algún centro de salud.
Por lo mismo, es de justicia poner en valor a los profesionales de enfermería, los que para obtener su título profesional han tenido que cumplir con un exigente plan de estudios que los ubica en un ámbito de competencia de excelencia; plan con base científica, humanista y disciplinar, que se sustenta en principios éticos y legales, que garantizan que estos profesionales brindarán cuidados de calidad a personas, familias y comunidades; actuando con responsabilidad social en las diferentes etapas del ciclo vital, con atención como ya se dijo a la promoción, prevención, recuperación, rehabilitación de la salud y cuidados paliativos de acuerdo a las políticas y modelos vigentes en nuestro país
Algunas de las asignaturas que deben ser aprobadas por éstos son: anatomía, biología, química y bioquímica, fisiopatología, farmacología, inglés, histología, fisiología, microbiología, enfermería en niñez, adolescencia, personas adultas y mayores, ética y legislación, metodología de la investigación y muchas otras que dan fe de la calidad de profesionales de enfermería formados en universidades chilenas.
Finalmente, como una manera de reforzar lo anteriormente expuesto, diré que cuando se habla de salud en lo cotidiano, se tiende a representar en la figura del médico -sin mayor análisis- la idea de que sólo en manos de éste está la solución para la posible sanación de los enfermos en general. ¡Craso error!, pues la salud tanto a nivel personal como social, depende de mantener una visión y acción sistémica que permita entender y visionar, que son muchos los elementos interactuantes al interior del área de la salud; los que en su conjunto son determinantes para que un médico de la especialidad que sea, logre cumplir exitosamente su cometido de salud; siendo uno de ellos, la fundamental tarea realizada por los profesionales de enfermería, sin lo cual este médico por muchos conocimientos y especializaciones que tenga en su área, no podría cumplir en buena forma con su cometido sanador, lo que pone de relieve lo importante del trabajo en equipo.