A través de un oficio enviado a la comisión de Economía de la Cámara de Diputados, el Banco Central, por medio de su presidenta Rossana Costa, manifestó su rechazo a la moción parlamentaria que busca eliminar el uso de la Unidad de Fomento (UF) para el cobro de créditos hipotecarios, arriendos, aranceles en educación y servicios de salud, impulsada por diputados oficialistas.
Aunque el Gobierno ya ha tomado distancia del proyecto, sus impulsores, Daniel Manouchehri y Daniella Cicardini (ambos del Partido Socialista), insisten en avanzar con su tramitación.
El organismo advirtió que «un primer impacto de limitar el uso de la UF sería la incertidumbre contractual, que podría generar inseguridad jurídica y financiera».
En esa línea, el Banco Central señaló que la medida podría provocar un «desajuste en la estructura de fondeo de la banca, la profundidad del mercado de capitales y aumentar el riesgo de tasas de interés, que se traducirían en mayor costo de financiamiento tanto para oferentes como usuarios de crédito».
Asimismo, subrayó que «su prohibición llevará al uso de indexadores sustitutos, porque no desaparece la necesidad de protegerse del riesgo de inflación. Son las personas (ahorrantes, oferentes de arriendos y otros) las que buscarán protección en otros instrumentos o fijarán precios más altos, toda vez que la UF actualmente cubre un riesgo real».