Los restos de Hernán Rafael Rojas Farías, pescador de 29 años, llegaron desde Perú en un ánfora y fueron velados en la sede del Club Cerro Alegre. Su familia mantiene reserva sobre el caso, mientras colegas piden investigar si su muerte fue producto de un crimen.
En el velorio, realizado en la parte alta de San Antonio, amigos y familiares despidieron a “Rafa” Rojas entre flores, fotografías y silencio. “Fue un buen muchacho, alegre, trabajador, siempre dispuesto a ayudar, no merecía que le pasara esto”, comentó uno de los asistentes.
El pescador, padre de tres hijos, había viajado semanas atrás a Ilo, Perú, donde trabajaba en faenas pesqueras y donde fue encontrado sin vida a un costado de la carretera que une Ilo con Tacna, en un hecho inicialmente reportado como atropello.