Con delantales, guantes y mucha curiosidad, niñas y niños de Quillota vivieron una jornada inolvidable en el Centro de Salud Familiar La Palma durante la tercera versión del proyecto “Cesfam Kids Quillota 2025”.
Se trata de una iniciativa del Departamento de Salud de la Municipalidad de Quillota, financiada con recursos del Programa de Cuidados Comunitarios en Atención Primaria de Salud (APS) 2025 del Servicio de Salud Viña del Mar Quillota Petorca.
Este año, la experiencia se desarrolló en dos jornadas: por la mañana se realizó la versión “Cesfam Kids TEAcompaño a Descubrir”, adaptada especialmente para niños y niñas con Trastorno del Espectro Autista (TEA), incorporando adecuaciones sensoriales y ambientales que promovieron su bienestar y participación activa.
Por la tarde, en tanto, se llevó a cabo la versión tradicional de “Cesfam Kids”, donde los participantes se convirtieron simbólicamente en médicos, enfermeras, dentistas y técnicos en enfermería, aprendiendo sobre salud mientras jugaban y exploraban los distintos espacios del centro.
Generar vínculos desde la infancia
“La instancia es muy provechosa en función de generar este vínculo entre Salud y Educación. Los estudiantes tienen la posibilidad de experimentar de forma práctica lo que se realiza en salud, estar en un box dental, conocer los insumos de un centro de salud y vivir aprendizajes significativos”, destacó Ricardo Guerra, jefe de la Unidad Técnica Pedagógica (UTP) de la Escuela La Palma.
El programa busca que las infancias comprendan cómo funciona su centro de salud, fortaleciendo el vínculo con los equipos sanitarios y promoviendo experiencias positivas, accesibles y llenas de juego y aprendizaje.
Durante ambas jornadas, Rosita, la perrita de acompañamiento emocional de SaludQuillota, se transformó en una de las protagonistas más queridas, contribuyendo con ternura y contención emocional a cada actividad.
Desde la Escuela Las Pataguas, Isabel Soto Tello, trabajadora social del equipo de convivencia, valoró la iniciativa señalando:
“Estamos muy agradecidos del Cesfam La Palma por acercar a nuestros estudiantes al sistema de salud, en el que muchos se atienden. La presencia de Rosita, la perrita de apoyo emocional, fue muy significativa, especialmente para nuestros alumnos con diagnóstico TEA, ya que facilita los procesos de adaptación y disfrute”.
Asimismo, María José Ogaz, terapeuta ocupacional de la Escuela La Palma, resaltó que “este tipo de experiencias permite acercar a los niños y niñas a espacios que usan cotidianamente, como el consultorio, fortaleciendo la confianza y la familiaridad con el entorno sanitario”.
Las voces infantiles también dieron vida al entusiasmo vivido durante la jornada. “Lo que más me gustó fue ir a la farmacia y a las pruebas de sangre; le sacamos sangre a un peluche”, contó entre risas Fabiana Pestana. Su compañera Fitney añadió: “Me gustó cuando fuimos donde sacaban sangre y cuando nos mostraron los instrumentos que usan para ver el corazón”.




















