Convivir con plagas de roedores, moscas y otros insectos y tener que soportar los peores hedores es el calvario de 242 familias de La Calera, específicamente en el Condominio Tres Esquinas. Las viviendas, entregadas a principios de este año con subsidio estatal, colindan con la Avícola El Gringo y una huesera en desuso; espacios que, según lo señalado por los vecinos, serían los causantes de esta situación.
A comienzos de octubre, la diputada por la región de Valparaíso denunció los hechos enviando oficios de fiscalización a la ministra del Medio Ambiente; la superintendenta del Medio Ambiente; la seremis de medioambiente y salud, el SAG y la municipalidad de La Calera. Sólo el SAG ha respondido.
Tras reunirse con las familias en el lugar, la diputada instó a las diversas instancias a un pronunciamiento a la brevedad, “considerando que se trata de la salud y la calidad de vida de muchas familias, con niños y adultos mayores, quienes prácticamente no pueden estar al aire libre por las plagas de roedores y moscas. Estando en este espacio y recorriendo las viviendas los hechos son evidentes y los vecinos esperan acciones urgentes”.
Según lo expuesto por la directiva del condominio, Marcela Cuello, desde el inicio de la ocupación del conjunto habitacional se han visto afectados por los impactos de la vecina Avícola El Gringo, emplazada en las inmediaciones del condominio, en la misma localidad de Artificio. “Nadie nos dice lo que está ocurriendo y no tenemos solución”.
El administrador del condominio, César Contreras, precisó que “son 242 familias que en este momento batallan día a día para enfrentar una plaga de moscas, que no sabemos el motivo por el cual sigue existiendo, siendo que, según señalan, los permisos están correctos, pero los hechos son totalmente diferentes a lo que señalan en los permisos. Queremos claridad, queremos transparencia y queremos saber qué es lo que está sucediendo”.
El oficio enviado por la diputada Marzán señala que “de acuerdo con el testimonio de la comunidad, las operaciones de la avícola han provocado graves episodios de contaminación ambiental, expresados principalmente en emisión de olores, acumulación de guano y quemas que generan material contaminante en el aire. Esta situación les impide abrir puertas y ventanas, disfrutar de sus patios y espacios comunes, y en general llevar una vida normal en sus hogares. La exposición prolongada a guano y humos se vuelve particularmente peligrosa para la salud de la población más vulnerable del sector”.
Cabe destacar que los vecinos han intentado buscar soluciones a través del administrador de la empresa y de la Oficina de Medio Ambiente de la Municipalidad de La Calera, instancia que les ha señalado que la avícola mantiene sus permisos y documentos al día. Sin embargo, a juicio de la comunidad, ello no da respuesta al problema real de convivencia ambiental y sanitaria que hoy enfrentan.


















