Como una forma concreta de evitar casos de corrupción en el gobierno de la región, el candidato a gobernador regional, Aldo Valle, propuso la creación de un “Observatorio de probidad y eficiencia pública”, que comprometió poner en marcha apenas asuma el cargo, en caso de ganar la elección.
Según explicó el exrector de la Universidad de Valparaíso, de lo que se trata es de hacer frente a dicho flagelo de manera concreta, haciendo uso de una facultad que la ley otorga a la nueva autoridad en tanto “debería velar por el cumplimiento de las normas de probidad, de modo que las funciones públicas se cumplan con los mayores estándares de ética pública, de responsabilidad y sujeción a principios de moralidad pública y privada”.
Aldo Valle sostuvo que una acción de este tipo conlleva un avance significativo respecto de la situación actual, constituyendo parte importante de una gobernanza que garantiza trazabilidad, conocimiento e información, que permiten aumentar el control social de la ciudadanía respecto del uso de los recursos públicos y de las acciones que emprende el Estado.
Asimismo, Valle destacó el hecho de que este observatorio también vele por la calidad en la gestión, de modo de “evaluar y dar seguimiento a los niveles de eficiencia en el cumplimiento de las tareas; es decir, de oportunidad, de calidad de la repuesta de los servicios y las prestaciones que hace el Estado. Por ejemplo, es muy importante que se ejecuten los recursos públicos, que los presupuestos no queden a medio camino, porque ahora mismo en el presupuesto regional se dice que hay 10 mil millones comprometidos, pero se podrían haber ejecutado”.
Aldo Valle aseguró que la implementación de este observatorio no conlleva un gasto significativo y que su puesta en marcha solo requiere de “voluntad y decisión política. Cuando no se tiene nada que ocultar se puede impulsar una medida como ésta”, dijo el candidato, quien adelantó que invitará a las universidades de la zona para hacer ser parte de este proyecto.
Cabe recordar que Aldo Valle asumió la rectoría de la Universidad de Valparaíso luego de una caótica gestión anterior, que significó diversas denuncias, lo que le llevó a implementar diversas acciones de gobernanza
que garantizaran el estricto cumplimiento de las normas que rigen a la institución, muchas de las cuales fueron aplicadas por otras universidades estatales. Después de 12 años de gestión dejó a la UV instalada como una de las instituciones más reconocidas en el medio y con un alto estándar de calidad de servicio y gestión, reconocidos públicamente.