Un Estado unitario y plurinacional, donde se respete la diversidad y la dignidad de cada chilena y chileno por igual; modificación del sistema presidencial al que considera prácticamente una “monarquía”; libertad religiosa -que incluye a la de culto-, e iniciativa popular de ley, son parte de un listado de principios constitucionales que el abogado y Premio Nacional de Humanidades, Agustín Squella, considera fundamentales para iniciar una conversación en materia constitucional.
El académico y candidato a constituyente por el distrito 7 explica que aunque los “futuros constituyentes no llegarán a la Convención cada uno con su propia Constitución bajo el brazo para echarla a pelear con los proyectos de otros”, sí lo harán “con ideas, planteamientos y propuestas, a veces no coincidentes, pero en disposición de escucharse unos a otros antes de formarse sus opiniones definitivas”. Esto porque a su juicio una Convención Constituyente “es un lugar al que se llega a escuchar, a conversar, a representar, y no cada cual o cada grupo a tratar de salirse con la suya”.
Dignidad ante todo
El académico y ex rector de la Universidad de Valparaíso explica que “la primera disposición de la nueva carta fundamental podría ser esta: que las personas nacen y permanecen iguales en dignidad y en esta se basan derechos fundamentales que se reconocen a todas ellas sin excepción”.
Para Squella la dignidad humana, entonces, es el “punto de partida de la Constitución, como el principal de los valores que esta debería declarar, como el valor en que se asientan otros tan incondicionales como la libertad, la igualdad, la justicia, la solidaridad y el pluralismo político, y como exigencia a ser observada en el trato a las personas y entre las personas”.
“Una declaración inicial sobre la dignidad humana haría de esta el principio superior que irradiaría luego hacia las demás normas constitucionales y que obraría como marco para las futuras decisiones normativas de legisladores, gobernantes, jueces, y funcionarios de la Administración”, subraya.
Para Squella otros principios constitucionales declarados en el Primer Capítulo de la nueva Constitución serían reconocer la igualdad sustantiva entre hombres, mujeres y personas de la diversidad sexual y de género; que Chile se constituye como un Estado social y democrático de derecho; que la soberanía reside en la nación y su ejercicio se realiza por medio de elecciones periódicas y otras votaciones y decisiones populares, y que la especie humana es parte de la naturaleza y es deber del Estado y de la sociedad chilena proteger la biodiversidad de ella.
En materia de descentralización sostiene que si bien Chile es una República unitaria, “el Estado impulsará el desarrollo equitativo y armónico de todas las regiones del país, cuya administración será territorialmente descentralizada, y fortalecerá las competencias propias de sus autoridades regionales, provinciales y comunales”.
Otros principios son que el Estado reconoce la existencia de sus pueblos originarios y asume su carácter plurinacional y que Chile es un Estado laico que garantiza la libertad religiosa y de culto y que dispensa un trato igual a todos los credos religiosos e iglesias que se hayan constituido de conformidad a la ley y actúen de acuerdo a ésta.
Entre los deberes del Estado se suman el reconocimiento y protección de diversos proyectos de vida personal que respondan a la autonomía y preferencias de las personas; las distintas formas de familia que existen en la sociedad y de los tipos de uniones que las formen, y que sus funcionarios trabajen por el bien común de la sociedad chilena y observen probidad, eficiencia y buen trato en el desempeño de sus funciones.
Concluye señalando que “el Estado promoverá una justa y armónica integración de todos los sectores de la sociedad y respetará la autonomía de las organizaciones que tales sectores libremente formen”.
Al Capítulo I de la Constitución deberá seguir el Capítulo sobre Derechos Fundamentales, en el que se tendrán que incluir, debidamente garantizados, todos los derechos que tienen ese carácter y no solo algunos de ellos. “Habrá que poner un énfasis especial en los llamados derechos sociales, tales como acceso a atención sanitaria oportuna y de calidad, educación pública de calidad, vivienda digna, trabajo, ingresos justos por el trabajo, protección social, y previsión también oportuna y justa. Derechos igualmente de grupos especialmente vulnerables, como niños, niñas, adolescentes, y personas con alguna forma de discapacidad”.
Deberán incluirse también los derechos digitales y garantizar el acceso a Internet y, por cierto, los derechos culturales a la libre creación, producción y difusión de las artes, a participar en la vida cultural del país, y al acceso a todas las manifestaciones y bienes culturales.
Equidad en poder político
Finalmente, el académico y candidato del distrito 7 plantea su convicción de que el poder político deberá estar más equitativamente distribuido entre la Presidencia de la República y el Congreso Nacional como, además, entre el gobierno central del país y sus gobiernos regionales, provinciales y comunales.
Y en cuanto a la formación de las leyes deberá incluirse la iniciativa popular de ley; la consulta directa a la ciudadanía en el caso de legislación especialmente importante; la posibilidad de que aquella, debidamente consultada, pueda dejarlas sin efecto; que similares consultas deberán estar autorizadas en los ámbitos regionales, provinciales y comunales, y que los electores podrán revocar el mandato otorgado a representantes que incurran en graves infracciones a la probidad o a los deberes propios de cada cargo.
La candidatura de Agustín Squella está recibiendo sugerencias y planteamientos de la ciudadanía en la sección “Toma la palabra” de su página web www.agustinsquella.cl.