Con 176 casos a lo largo del país y 3 fallecidos, el PIMS se posiciona como una de las nuevas preocupaciones de la pandemia en Chile, donde tanto el MINSAL como la comunidad médica han llamado a los padres a estar alerta ante la presentación de síntomas, los cuales pueden aparecer, inclusive, hasta seis semanas del contagio con COVID-19.
Para la especialista pediátrica de Clínica Los Leones, Dra. Mariela del Carmen Fernandez de Pabon, el PIMS o Síndrome Inflamatorio Multisistémico es una hiper respuesta inmunitaria que presentan los menores frente a la infección por coronavirus, la cual genera una inflamación generalizada en diversos órganos. “Es una enfermedad que va escalando rápidamente hacia la gravedad, afecta principalmente a niños desde los 6 a 8 años de edad, pero también puede afectar a lactantes y adolescentes, donde su detección es muy difícil cuando el paciente es asintomático”, enfatizó.
Uno de los aspectos que complejizan el diagnóstico de esta enfermedad es su detección, puesto que de acuerdo con el profesional de Clínica Los Leones, muchos pacientes no manifiestan síntomas, tras el contagio, o suelen confundirse con otras patologías.
Por ello, la Dra. Fernandez enfatizó en la importancia de monitorear la salud de los niños y estar alertas ante cuadros de fiebre alta persistente que no cede durante 3 a 5 días. En este caso es fundamental asistir a un centro médico, en especial si hay antecedentes de un contacto estrecho con personas que tuvieron COVID-19.
En este sentido, la profesional afirmó que, si bien en una primera instancia, “habíamos dicho que la enfermedad de COVID la padecían más suave, con menos riesgo”, a medida que avanzó la pandemia “empezaron estos cuadros de un proceso inflamatorio que comprometían todos los órganos, y que era posterior a la infección del COVID” y agregó que el PIMS es un síndrome con una baja tasa de mortalidad y absolutamente recuperable, sin embargo, las secuelas variarán según el momento en que las familias acudan a un centro de salud y cuanto antes se detecte el diagnóstico.
La pediatra de Clínica Los Leones también sostuvo que el PIMS comparte una via fisiopatológica con la enfermedad de kawasaki, trastorno que produce inflamación en las paredes de algunos vasos sanguíneos del cuerpo, lo que hace que se parezcan clínicamente y destacó que “en la medida que el PIMS avanza puede haber secuelas más graves, tales como la presencia de una disfunción cardíaca y lesión en los vasos sanguíneos arteriales, además de la presencia de miocarditis o un PCR alto. Por ello, el llamado es siempre a consultar lo antes posible con un especialista, así se puede evitar una hospitalización y el diagnóstico resultará de manera favorable”.
En esta misma línea, la Dra. Mariela del Carmen Fernandez de Pabon, explicó que es de vital importancia tomar en cuenta síntomas específicos, tales como lesiones en la piel, hinchazón o edema en los labios. “A veces hay síntomas respiratorios, pero no siempre es así. En muchas ocasiones existe presencia de vómito, dolor abdominal, diarrea, dolor agudo de garganta y dolor de cabeza, principalmente arriba de los ojos, en la zona de la frente, dolores musculares intensos en extremidades inferiores y decaimiento sin explicación alguna”, indicó.
En casos particulares y poco frecuentes, los pacientes pueden generar una conjuntivitis que no tiene secreción, con presencia de ojos rojos y exantemas (erupción cutánea) en la piel. “Estas son lesiones de forma específica que van aumentando con los días. Si bien, los cuadros generados por el PIMS son alarmantes y generan mucho susto, pero al mismo tiempo poseen una baja incidencia, tiene una probabilidad de 1.4% hasta un 0.14% de que ocurra”, señala.
En cuanto a la incidencia de esta enfermedad, de acuerdo con el pediatra no ocurre en niños muy pequeños, pero las posibilidades más altas de contagio están entre los niños que tienen más de 2 años, específicamente después de los 4 hasta los 15-19 años. Finalmente, el profesional de Clínica Los Leones enfatizó sobre la importancia del autocuidado familiar, monitorear la salud de los niños, sobre todo si existen contactos estrechos que han padecido coronavirus en el último tiempo.