Por Gonzalo Pavez Pérez
Académico Escuela de kinesiología
UNAB Sede Viña del Mar
A más de un año y medio del comienzo de la pandemia ocasionada por el COVID-19 en nuestro país, muchos nos esperanzamos ante una propuesta que emerge tras una revisión exhaustiva y reflexiva de la literatura, nacional e internacional, sobre el manejo epidemiológico del COVID. Y es que la nueva propuesta del COLMED viene a darnos una esperanza.
Junto a esa expectativa, la propuesta nos recuerda que estamos lejos del concepto de “normalidad”. Normalidad que muchos confiamos llegaría con la vacunación. Propuesta que busca hacer frente al coronavirus desde una mirada diferente, audaz y centrada en la articulación e interacción de diversos actores, tanto desde el punto de vista sanitario, social, económico e incluso cultural. Lo anterior buscando poder involucrar de manera inclusiva y consciente a los millones de chilenos que cuestionan la estrategia del plan “Paso a Paso”.
Se trata de una propuesta que busca un “manejo activo de la pandemia”, introduciendo conceptos como “eliminación del virus”, “blindaje de nuestra población”. Una iniciativa que no solo invita a fortalecer elementos ya instalados por la autoridad sanitaria, tales como el robusto y ambicioso proceso de vacunación, la estrategia TTA (Testeo, trazabilidad y asilamiento), sino también el generar nuevos planteamientos diferenciadores a los llamados pasos o etapas. Una estrategia que, por un lado, plantea el concepto de etapa 4 llamada “burbuja territorial” en zonas que logren una baja incidencia de contagios, promueve un “bloqueo a la circulación Viral”, clasificando las actividades según el nivel de riesgo de contagio y de ventilación, privilegiando las actividades al aire libre para de esta forma evitar nuevas variantes y poder retomar actividades académicas y laborales que hoy son impensadas. Y que, por otra parte, contempla la implementación del concepto de “etapa 0” o cortocircuito epidémico el cual genera, por una sola vez y por 3 semanas, restricciones importantes donde sólo se permitiría la actividad económica esencial, pero se reforzarían estrategias más potentes en relación con la vacunación para “barrer” con el Virus, pero manteniendo el mismo concepto en común que la etapa 4, es decir, permitir e incentivar las actividades de bajo riesgo al aire libre de una población ya confinada por más de 1 año.
El generar una etapa 0 o llamada “cortocircuito epidémico”, obligará a considerar no solo las cifras de contagiados de un determinado territorio, sino, además, tener en cuenta las características demografías, culturales e incluso con la llegada del invierno, las condiciones de hacinamiento y climáticas de quienes se enfrentarán a este “cortocircuito”. Sin duda, esta propuesta tendrá éxito con una estrategia educativa certera, potente y metodológicamente correcta en nuestra población, sin dejar de lado una sinergia completa por parte del mundo político, científico y social y no solo otro paso más.