Amplia convocatoria tuvo el Diagnóstico Participativo con dirigentes vecinales convocado por el Cesfam Segismundo Iturra en la Catedral de San Felipe, hasta donde llegaron 45 personas entre quienes se cuenta a dirigentes de las juntas de vecinos, miembros del Consejo de Desarrollo Local, adolescentes del Programa de Acompañamiento y las monitoras de dicha actividad.
Los diagnósticos participativos se realizan cada tres años y en ellos se establecen las directrices del trabajo que, en este caso, el Cesfam Iturra, debe realizar en el mismo territorio de cobertura del establecimiento.
Mariela Maldonado, directora del establecimiento de salud municipal, explicó que en esta ocasión, el confinamiento producto del COVID-19 ha limitado la posibilidad de trabajar directamente con los usuarios del establecimiento.
“Han pasado dos años desde que no nos podíamos reunir, y esto tiene una relevancia altísima para nosotros, porque es la instancia en que nuestra comunidad nos dice cómo nos ven ellos, cómo podemos mejorar, qué les falta a ellos como comunidad y cómo se comprometen con salud para trabajar en conjunto”, sostuvo Maldonado.
“Mayoritariamente después de estos dos años que hemos tenido de pandemia, es poder retomar las actividades que se hacían en terreno, por ejemplo, las rondas de salud donde iba el médico, la enfermera y la asistencia social a las juntas de vecinos, poder retomar otras actividades como los exámenes preventivos”, agregó.
En esta instancia participó Héctor Vargas, presidente de la Junta de Vecinos Población Escuadra II, quien manifestó que “la experiencia es enriquecedora porque nos ayuda a estar en mayor contacto con el Cesfam y así poder obtener beneficios para la comunidad a la cual represento”.
De acuerdo a lo manifestado por Vargas, algunas de las inquietudes que más preocupan a su sector son las atenciones infantiles, a adultos mayores y, en general, apoyo psicológico para las personas que han sufrido las consecuencias de la pandemia y las prolongadas cuarentenas.