Producto de la crisis sanitaria, el área ha sido una de las más afectadas, sin embargo, ya se está trabajando en una serie de medidas para potenciar la actividad en la temporada estival. Julio Bustamante, gerente general de MIHA, analizó el panorama.
Por Francisca Palma Schiller
Sin duda alguna, han sido tiempos difíciles para la industria del turismo en medio de la crisis sanitaria. Pandemia que ha obligado la disminución absoluta de turistas extranjeros, como también de los visitantes nacionales a los diferentes puntos atractivos que posee nuestro país.
El temor al contagio, las exhaustivas medidas para trasladarse de un lado a otro y la serie de protocolos que ha establecido el Ministerio de Salud, son algunas de las razones que han obligado a la caída de reservas, como también de tours y pasajes.
Sin embargo, hoy, a dos años del inicio de la pandemia, el escenario parece un poco más alentador para la actividad turística, sobre todo para esta temporada estival, donde los aviones, buses y cruceros tendrán la particular misión de entregar todo tipo de seguridad para que los pasajeros viajen tranquilos y retomen las tan anheladas vacaciones.
Bajo ese contexto, Julio Bustamante, gerente general de MIHA, Escuela que nace en el año 1992 con la misión de formar tripulantes en el área de hotelería marítima con un componente marítimo distinto al resto de las instituciones, ha vivido en carne propia las complejidades de la actividad de los cruceros. Por lo mismo, analizó el panorama y entregó sus expectativas para el verano.
-¿Cómo enfrentaron la pandemia como MIHA, pero también, desde una mirada amplia de la actividad en cruceros?
– “Fue bastante complejo, ha sido bastante duro, sin embargo, nosotros, afortunadamente, tenemos ‘los huevos puestos en varias canastas’ como se dice en buen chileno, por lo que eso nos ha permitido analizar el contexto desde dos puntos de vista: desde el punto de vista de los cruceros y del trabajo a bordo, que fue pésimo, porque todos los cruceros debieron dejar de funcionar durante un año y medio. Por otro lado, tenemos también la escuela, lo que son los cursos y por ese lado, pudimos mantenernos y trabajando a través de internet”.
-¿Cómo fue aquello de paralizar por completo?
-“Los cruceros debieron paralizar definitivamente a partir de junio del año 2020, una vez que la pandemia se declaró definitivamente porque eran un elemento muy complicado a la hora de los contagios, en cuanto al traslado de la gente, los turistas y el personal desde un puerto a otro. Además, un barco significa estar encerrados dentro de un espacio físico delimitado, y eso hizo que para la industria fuese un desastre. Ahora, las grandes compañías tienen el tema económico bastante fuerte y han logrado mantenerse, pero eso a un costo también muy alto y eso hace que hoy día tengan que funcionar a media máquina”.
-¿Y el panorama actual? ¿Cómo se visualiza?
-“Cuando se logra reactivar la industria, desde una nueva perspectiva, significa que los barcos, los grandes cruceros, les va a costar en este minuto, según los informes, por lo menos hasta al año 2023 – 2024 volver a funcionar con cierta ‘normalidad’. Los que están saliendo son los cruceros de expedición, cruceros nuevos, que son de una envergadura pequeña, con nuevos diseños: mucho espacio para los pasajeros, con rutas distintas. Ellos son los que han sacado mayor provecho, al resto le ha costado muchísimo. Lo que hay que potenciar ahora es en dar una mayor tranquilidad desde el barco a los pasajeros para que ellos sepan que si llegan a Chile, es un país donde la gran mayoría está vacunada y donde está todo sanitariamente bien protegido”.
-¿Hacia dónde tiene que apuntar nuestro país para rescatar la industria en la zona, como en el Puerto de Valparaíso, por ejemplo?
-“Nosotros estamos en un proyecto que tiene el apoyo de Directemar y que es un tema no menor, que va en la dirección de rescatar e impulsar la industria. Hoy se habla mucho de protegernos del coronavirus y sabemos que esto llegó para quedarse. Al igual que en todos los grandes puertos del mundo, como EEUU o Brasil, se creó un SNS 2, es decir, hay una inspección exhaustiva en los puertos y eso deberíamos aplicar aquí en Chile. Aquello ya se le presentamos a Directemar, les pareció una buena idea y también lo conversé con Sernatur, y ahora estoy esperando que me reciba el secretario Ministerial de Salud. Eso es lo que nos falta, el tema es la seguridad, ya que si queremos una industria más segura, hay que aplicar este tema tan importante”.
-En cuanto a MIHA. ¿Cómo ha funcionado la Escuela estos meses? Los interesados, ¿dónde los pueden conocer?
-“La Escuela ha sido nuestro salvavidas durante 18 meses, ya que ha funcionado todo perfectamente bien de manera online, todos los cursos, hemos seguido dictando los cursos y manteniendo la gente lista para trabajar. El salvavidas de este país es la marina mercante y eso necesita personal, y ahí estamos nosotros para preparar a la gente en todo tipo de curso que se necesite. En www.miha.clñ está toda la información para quienes se interesen en la Escuela”.