“El contenido de la propuesta es complejo, pero quiero celebrar que, tanto en esta, como en las otras propuestas, se le atribuye a la dignidad humana la condición de ser el valor superior del nuevo orden constitucional chileno. Creo que es un buen punto de partida y muy orientador”, sostuvo el convencional Agustín Squella, tras la presentación del Capítulo 1 de la nueva Constitución, elaborado por el Colectivo del Apruebo al cuál él pertenece.
El constituyente dio conocer el texto, que contiene 14 artículos, ante la Comisión de Principios, Democracia, nacionalidad y Ciudadanía, que comenzó el debate sobre normas constitucionales justamente con la exposición y debate de la propuesta del Colectivo del Apruebo.
Squella explicó por qué se decidió no incluir en el artículo 12 la expresión disidencias sexuales: “Tenemos orientaciones y preferencias sexuales ¿por qué usar la palabra disidencia como si el que tiene una condición sexual de minoría es un disidente, un rebelde. ¿Por qué disidencia? Simplemente tiene otra sexualidad. Por fortuna, en el mundo contemporáneo, no solo desde Freud en adelante, la sexualidad es un mundo que uniformábamos de una manera muy equivocada y hoy en día sabemos cuánta complejidad hay en materia de diversidad sexual y esa complejidad, que todavía no estamos en condiciones de poner de manifiesto en toda su complejidad, obliga a una norma como ésta”.
Sin embargo, pidió a los presentes que le explicaran los sentidos y alcances que suele darse a esa expresión, no poniendo en cuestión el fondo de la idea de diversidad que subyace en el debate.
Lo importante, concluyó, el Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales, es que “ese artículo reconoce la igualdad sustantiva de todas las personas, y, por ende, entre hombres y mujeres, prohibiéndose toda discriminación ente distintas identidades de género y orientaciones sexuales de las personas”.
El texto inicia con la dignidad humana como “valor superior del ordenamiento constitucional futuro de nuestro país”.
Además, establece que “la dignidad humana es el igual, irrenunciable e inviolable valor que nos reconocemos unos a otros y a partir del cual se reconocen a su vez un conjunto de derechos fundamentales, comúnmente llamados ‘derechos humanos’, que adscriben a toda persona sin excepción y obligan a tratar a todas con similar consideración y respeto, y también como un fin en sí mismos, y no como un medio al servicio de otro u otros. En consecuencia, la dignidad es una propiedad distintiva de todo ser humano viviente”.
Cuestión de palabras
El hecho que el convencional Squella cuestionara el uso del concepto de disidencias sexuales en vez de orientaciones sexuales diversas, generó críticas en redes sociales de parte de algunos grupos de comunidades LGBTQ+, quienes lo llamaron a informarse.
Al respecto, Jaime Rojas, presidente del Partido Liberal de Valparaíso, pidió, también en twitter, un poco de altura de miras y tolerancia: “Lo que comenta (Agustín Squella) es que la palabra disidencia discrimina a una persona por su orientación sexual y para un texto constitucional, no debe haber diferencias. El ser humano se respeta en dignidad completamente”, agregando que “por más que a algunos no les guste, la Convención es un espacio democrático de deliberación. La estrechez de mente y la cultura de la cancelación solo ayudan a desprestigiarla. Nadie podría pensar que un Premio Nacional Humanidades busque disparar a alguien”.
Artículos
El artículo 12 de la propuesta señala que “Chile reconoce y promueve la igualdad sustantiva entre las personas, y, por ende, entre hombres y mujeres, y prohíbe toda forma de discriminación entre ellas. Reconoce también las distintas identidades de género y las diversas orientaciones sexuales de las personas y prohíbe igualmente cualquier forma de discriminación a su respecto”.
El 10, en tanto, establece que “es deber del Estado promover esta igualdad, adoptando las medidas legislativas y administrativas para eliminar toda discriminación que la afecte”.