Después del significativo incremento de los contagios como consecuencia de la aparición de la variante Ómicron y la detección de algunos casos de flurona, coinfección producida por el virus de la influenza y el coronavirus del COVID-19, en diversos países del mundo han surgido voces de alarma entre autoridades y expertos que llaman a redoblar las precauciones e incluso a restablecer las cuarentenas y otras restricciones, para evitar así una nueva ola de contagios y muertes.
Esto sobre todo después que países como Estados Unidos y Argentina, y algunos europeos, registraron nuevos máximos de casos.
En Chile, el tema también ha generado preocupación y si bien la autoridad sanitaria sostiene que el país se encuentra preparado, también han surgido llamados de alerta para redoblar las medidas de prevención, especialmente debido al inicio de las vacaciones estivales.
Al respecto, el médico infectólogo y director del Centro de Diagnóstico e Investigación de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Valparaíso (CDIEI-UV), Rodrigo Cruz, sostiene que si bien el aumento de los casos es real y que éste da cuenta de un escenario complejo en términos globales, a nivel nacional no debiera darse una situación potencialmente compleja, debido a que la mayor parte de la población nacional se encuentra vacunada y que en ella persisten los hábitos de utilizar mascarilla y mantener ciertos cuidados mínimos, aun cuando reconoce que estos se han ido relajado en el último tiempo y más tras el inicio del verano.
“Nuestro primer deber como especialistas en el campo de la salud y la ciencia es transmitir certezas. No está en discusión el hecho de que la pandemia sigue, que la aparición de nuevas variantes como la Ómicron representa un riesgo y que la mejor manera de prevenir el COVID-19 es vacunarse, utilizar mascarilla y evitar las aglomeraciones. Pero, al mismo tiempo, me parece que también debemos ser responsables y transmitir tranquilidad a las personas. En ese sentido, me parece adecuado plantear que a pesar de esta situación potencial en Chile no vamos a volver a los encierros ni a enfrentar el riesgo de un eventual colapso sanitario, porque el alto porcentaje de vacunados que tenemos contribuye a que este coronavirus y sus variantes circulen menos y que sus efectos sean más acotados que en otras partes del mundo. También porque, aun cuando se ha producido un relajo natural tras dos años de restricciones, acá se instaló el hábito de utilizar la mascarilla y de cumplir las recomendaciones básicas, lo que no ocurre en otros países”, argumenta el especialista.
Por lo anterior, el doctor Cruz asegura que si bien a nivel nacional es esperable que se produzca un rebrote que eleve los contagios de manera importante en las próximas semanas, lo más seguro que ocurra es que éste será de igual o menor magnitud que el registrado entre octubre y noviembre pasados y su impacto en el sistema sanitario será acotado, porque el número de pacientes que en la actualidad se hospitaliza es bajo, a pesar de la presencia de la variante Ómicron, que es menos virulenta porque afecta menos a las células pulmonares.
“Vamos a tener que acostumbrarnos a la aparición de nuevas variantes del coronavirus mientras la mayor parte de la población mundial no esté vacunada, especialmente en Asia y África, desde donde se han originado las últimas mutaciones de preocupación y donde hay una cultura de contacto con animales salvajes importante. Para que esto pase debe haber una campaña a nivel global encabezada por las grandes potencias y la ONU, para acudir rápidamente hasta los lugares desprotegidos. Pero dudo que eso ocurra, al menos en el corto plazo. No observo ni voluntad ni liderazgo. Quien haya estudiado las pandemias se dará cuenta de inmediato que hoy el mundo es una aldea y que en términos epidemiológicos se comporta así, y que probablemente esto ocurrirá más adelante con otros agentes patógenos, porque estamos totalmente interconectados. Ya prácticamente no existen lugares aislados en este planeta y las infecciones de nivel pandémico se seguirán expandiendo de manera casi inmediata en todos los continentes”, advierte el director del CDIEI-UV.
Por ello, sostiene que lo que debiera ocurrir a nivel nacional es que las personas tengan que vacunarse con una o dos dosis anuales contra el Covid, hasta que la pandemia pase y la inmunidad local se asiente.
Y respecto de la aparición de nuevas variantes que sean más graves que las ya conocidas, el especialista de la Universidad de Valparaíso enfatiza que es difícil que ello suceda. “Que el virus mute en la figura de una variante que sea muy grave me parece difícil. En la naturaleza ocurre, pero es difícil. Hasta ahora las vacunas responden en general y también hay que considerar que las vacunas se van a ir actualizando, para que sean efectivas contra las variantes conocidas y algunas eventuales mutaciones”.
Flurona: noticia artificial
Respecto de la aparición de flurona, el director del CDIEI-UV afirma que la noticia la considera un tanto “artificial”.
“Llevamos dos años de pandemia y los casos de coinfección han sido mínimos. No se trata de unvirus mixto. Es decir, no es un virus mitad influenza mitad coronavirus, que es muy poco probable que ocurra. En los peores momentos se hacían PCR para coronavirus y otros virus y los datos de coinfección eran, son y seguramente seguirán siendo marginales. Hubo casos de coinfección con influenza, parainfluenza, adenovirus, legionelosis y otros, pero en estricto sentido son excepciones. Cuando se inició la pandemia el temor era grande, porque no sabíamos cómo se iba a comportar en estos casos. Pero lo cierto es que el coronavirus del COVID-19 desplazó a la mayor parte de los virus respiratorios de invierno. Habrá casos, sí, pero marginales”, sentencia.
Sin embargo, Cruz asegura que siempre es bueno y oportuno recomendar a la gente con factores de riesgo asociados a tomar precauciones extras y vacunarse también contra la influenza, pero este tipo de casos son puntuales y no hay que generar alarma.