El pasado sábado se confirmó el primer caso de un chileno diagnosticado con viruela del mono, un hombre de 35 años que se encuentra de viaje por Europa y que tras presentar síntomas sospechosos fue internado en el Policlínico Sant’Orsola de la ciudad de Bolonia, Italia.
Este se suma a dos casos ya reportados en Argentina y uno en México, lo que da cuenta de cómo esta enfermedad se ha ido expandiendo con rapidez por el mundo, luego de que de que hace dos semanas se detectaran brotes en algunos países de Europa.
Frente a esta realidad, el médico infectólogo y director del Centro de Diagnóstico e Investigación de Enfermedades Infecciosas (CDIEI) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valparaíso, Rodrigo Cruz, advierte que la posibilidad de que este mal llegue a Chile es alta, atendiendo al alto grado de conectividad que hoy existe a nivel global, donde cada día despegan y aterrizan miles de aviones provenientes de diferentes zonas del planeta.
“Es muy probable que la viruela del mono llegue a Chile tarde o temprano, porque tal y como ha acontecido en otros países, como pasó en Argentina, no se puede descartar el arribo a nuestro territorio de personas extranjeras o chilenas infectadas con esta enfermedad. Eso debemos asumirlo no con un afán de sembrar alarma sino para prevenir, porque el período de incubación de la viruela del mono es de entre siete y catorce días, por lo que si una persona estuvo en contacto estrecho con un infectado, lo más probable es que ingrese al país sin presentar los síntomas (fiebre y exantemas, y luego póstulas). Así que de seguir aumentando los casos, es probable que en algún momento esto ocurrirá”, sostuvo el especialista.
Menos peligrosa
No obstante, el médico infectólogo de la UV precisó que la población debe estar tranquila, por cuanto se está frente a una enfermedad de baja trasmisibilidad y mortalidad, que es mucho menos peligrosa que la viruela tradicional -erradicada en el mundo- y el COVID-19.
“Lo nuevo ahora, a diferencia de lo acontecido en otras ocasiones, es que los brotes han surgido por transmisión directa entre personas, por contacto íntimo, y no simplemente por el contacto de personas con animales salvajes, como suele ocurrir en ciertas zonas de África, donde esta patología es endémica. Por eso, frente a esta realidad, es importante que las autoridades sanitarias refuercen el sistema de vigilancia epidemiológica y que los clínicos se encuentren alertas ante la eventual llegada de personas provenientes de ciudades o países afectados”, explicó.
En ese sentido, el doctor Cruz recomienda establecer una búsqueda dirigida de posibles casos sospechosos, que se concentre en personas que lleguen de países que ya presentan casos y establecer para ellos un método de seguimiento y trazabilidad adecuado y oportuno.
Fotografía: semana.com