Hasta el momento las precipitaciones de agua lluvia, según Meteochile, en Viña del Mar bordean los 22 milímetros, 16 mm en Limache y 20 en Valparaíso.
Sin embargo para que suba significativamente un embalse, explican desde Esval, «que tiene 35 millones de metros cúbicos, se necesita una lluvia realmente intensa y prolongada».
Al respecto, Alejandro Salas, gerente regional de esa empresa sanitaria, afirma: «Las lluvias siempre son una buena noticia y nos dan un respiro, sin embargo, no alcanzan a mitigar la grave sequía que nos afecta. Por ejemplo, el lago Peñuelas está totalmente seco, y para llenarse, necesitaríamos al menos 14 temporadas normales de precipitaciones».
Agrega que «la gran reserva hídrica de nuestra región es la Cordillera de Los Andes, por lo que esperamos también una importante acumulación de nieve, que sería muy beneficiosa para la cuenca del Aconcagua. Más allá de este evento, es importante seguir cuidando el agua en todo momento, porque cada gota cuenta».