La Sala de la Cámara Baja aprobó el proyecto que busca implementar, de manera obligatoria, un test de drogas para los diputados y diputadas.
El texto regresará a la Comisión de Constitución para ver las indicaciones.
Se decidió que el procedimiento de control comprenderá a todas las diputadas y diputados, sin excepción, de manera aleatoria y semestral, mediante sorteo.
El objetivo es elevar los estándares de transparencia en la labor parlamentaria.
La propuesta indica que, cada año, el primer control deberá efectuarse antes del 30 de junio y, el segundo, antes del 31 de diciembre.
Además, los parlamentarios, cuyo resultado sea positivo, se tendrán que someter a un nuevo examen de control. Si la persona sorteada se niega injustificadamente a realizar el control, será sancionado por la Comisión de Ética y Transparencia de la Cámara.
Al respecto la diputada Pamela Jiles comentó que «finalmente va a haber examen de drogas a pesar de todos los intentos por dilatarlo. Probablemente será muy pronto dentro de este año. Se hará antes que termine julio el próximo mes, además se hará periódicamente, será de pelo y va a quedar instituido después de treinta y tres años, después de que los parlamentarios han dicho por todos los medios que se harán examen de droga y no ha ocurrido, entonces hemos ganado bastante y parecía imposible hasta la semana pasada en que se intentaba no poner en tabla este tema. Yo voto por supuesto a favor”.