Desde el arribo de la pandemia del coronavirus a territorio chileno, el Colegio Médico asumió un rol de liderazgo en cuanto a orientar a la ciudadanía respecto a las precauciones necesarias para evitar contagios, pero también ejercieron ese papel frente al Gobierno. Así, desde el inicio instaron al Ejecutivo a tomar rápidas medidas de distanciamiento social y ahora son parte de la Mesa Social Covid-19.
En la Quinta Región, esa voz de liderazgo la asumió el presidente del Colegio Médico de Valparaíso, Juan Ignacio de la Torre, quien si bien valoró que la Intendencia los haya incorporado a las reuniones de la Mesa en la zona, lamentó que desde el Ejecutivo no se entreguen de forma completa las cifras, por ejemplo, de cuántos test PCR son tomados. Aquello, les permitiría tener un panorama más claro de la evolución de la pandemia.
Doctor, ¿le parecen suficientes las medidas anunciadas para impedir la llegada de visitantes a la región por la Semana Santa, como los cordones sanitarios?
Todas las medidas que contribuyan al aislamiento social efectivo van a ser útiles en disminuir el número de contagiados de Covid-19. Sin embargo, el evitar que los santiaguinos utilicen el fin de Semana Santa para viajar al litoral de la zona central, en este caso de la Quinta Región, nos parece una buena medida que tiene como inconveniente que no se produzcan fenómenos como los atochamientos que tuvieron en Pichidangui cuando se hizo esto hace unas dos semanas atrás, donde habían filas de kilómetros de vehículos detenidos para poder pasar en estas barreras o cordones sanitarios. Por lo mismo, es sumamente relevante insistir en desincentivar a todas las personas que erróneamente estén pensando que viajar a la zona central en este fin de semana feriado es una buena idea, es una muy mala idea. La cuarentena hay que pasarla en la casa y, por lo mismo, es la mejor forma para evitar el contagio.
¿Sería más acertada una cuarentena total inmediata?
Sin lugar a dudas, sería una medida mucho más efectiva porque en vez de tomar a los viajeros en la ruta, lo que tú haces es impedir que salgan de la región, salvo situaciones debidamente justificadas (…) . En ese sentido, nosotros pensamos que comunas y ciudades como Valparaíso también se beneficiarían de medidas de aislamiento social progresivas más importantes que las que hasta ahora se han tomado.
Creemos que eso nos puede ayudar, principalmente, a reducir el número de contagiados en total, pero también reducir el número de contagiados que diariamente se van diagnosticando y, en la medida que la gente se va relajando y va retomando sus actividades, se pueden producirse nuevos brotes de contagio y eso es lo que hay que evitar.
Yo pienso que las medidas de aislamiento social tienen que ser más taxativas que voluntarias, porque hemos podido ver que en la medida que esto es voluntario, las personas siguen haciendo sus distintas actividades. Pero por otra parte también me he dado cuenta que hay bastante reticencia en las autoridades del Gobierno en tomar esta medida pese a que estamos en un Estado de Emergencia, muchas medidas de aislamiento social efectivo, de cuarentena, no se han tomado y llama la atención porque está todo el espacio constitucional para hacerlo y está toda la autoridad para hacerlo. Por lo tanto, ahí lo único que nos queda es plantear que el aislamiento social sigue siendo la medida más efectiva y, aunque pueda parecer exagerado, y para algunos generar una serie de impactos económicos.
¿Cree que la resistencia del Gobierno a establecer la cuarentena total tiene principalmente relación con un interés de no afectar aún más al país en el ámbito económico?
Yo creo que ellos están pensando que estas medidas va a haber que tomarlas, pero están postergando el inicio de las mismas por las implicancias que generan. No es solo tomar la decisión y socializarlo, sino que hay que generar una logística y en esa logística es fundamental trabajar codo a codo con los alcaldes.
Te voy a dar un ejemplo práctico: si hay una cuarentena total, cómo le hacemos llegar, por ejemplo, a todas las personas de la tercera edad o las personas con capacidad restringida o limitada su alimentación. Cómo le hacemos llegar los medios para su subsistencia. Quienes tienen la capacidad de hacer eso, por el conocimiento territorial que tienen de sus barrios, son los alcaldes y las organizaciones vecinales. Yo creo que acá lo que ha faltado es democratizar e integrar en la toma de decisiones a los alcaldes.
Toda esta logística hay que instalarla y no es cosa de decretar algo y que al día siguiente empiecen a aparecer todos los problemas y todas la improvisaciones. Yo me imagino que si el Gobierno lo ha postergado es porque está preparando un gran plan con el cual nos van a sorprender gratamente y que incluya todas aquellas medidas necesarias para que todas las personas vulnerables y que no tienen los medios para su subsistencia puedan contar con ello.
¿Qué implicancias cree podría tener que no se decrete a la brevedad una cuarentena total?
Hay que aclarar también que estas son medidas y son situaciones que se van modificando y, probablemente, hay consenso en todas las autoridades que las regiones tarde o temprano van a quedar en una cuarentena total. Nosotros deseamos que sea más temprano que tarde.
Cuando planteamos que sea más temprano que tarde, lo hacemos en relación a que si el número de contagiados aumenta drásticamente y nuestra capacidad de testeo no aumenta, existe cada vez un número mayor de personas contagiadas que nosotros le estamos perdiendo el rastro y, al perderle el rastro y no poder darles un correcto seguimiento, el disminuir o incluso prohibir su movilización puede permitirnos en este caso reducir la tasa de contagio y la clave para vencer esta epidemia es, por una parte, reducir el número de contagios y, por el otro lado, es aumentar los testeos.
Nosotros necesitamos testear a más pacientes todos los días para que una vez que completaste la cuarentena preventiva empieces a focalizar la cuarentena de los sujetos que están confirmados y de todos sus contactos y puedas, además, rápidamente monitorizar a los contactos para confirmar o descartar la enfermedad.
En ese ámbito, ¿debiesen adquirir más protagonismo los municipios, para apoyar el testeo?
Ahí es donde deben entrar los alcaldes y las corporaciones municipales, tanto los Cesfam, los Cecof y los SAPU, porque es crucial que sean en estos lugares donde se empiecen a testear a los pacientes, porque en esos lugares es donde tienen atención y visita domiciliaria, donde tienen un enfoque de salud familiar que permite conocer muy bien y tener una muy buena relación territorial con los pacientes, en vez de hacer lo que está ocurriendo hasta ahora. Prácticamente, la mayoría de los exámenes se hacen en hospitales, lo que hace que las personas se tengan que movilizar a los hospitales para ser testeados.
Hay tres laboratorios que lo realizan: el Hospital San Camilo de San Felipe, el Hospital Carlos van Buren de Valparaíso y la Escuela de Medicina de la Universidad de Valparaíso. Nuestra capacidad actual es cercana a los 400 test al día y no tenemos claridad exacta de cuántos test se hacen al día porque no forman parte del informe que el Ministerio entrega todos los días. El Hospital San Camilo también testear para la Cuarta Región. Nosotros debiéramos estar entre 1.000 a 1.500 test al día, por lo tanto, tenemos una brecha de capacidad instalada y eso tenemos que corregirlo.
¿Qué implicancia inmediata provoca que no se aumente la capacidad de testeo?
Cuando tú no aumentas la capacidad de testeo, puede ocurrir que una vez saturada tu capacidad de diagnóstico, no tengas más casos nuevos cada día, que es un número más menos fijo, y eso no es porque la enfermedad se haya controlado o la curva se haya aplanado, sino que es porque no estás teniendo más capacidad de detección. Entonces, se tiende a decir que el 10% de los test realizados van a salir positivos.
Entonces, si a nivel país tú haces más o manos 3.000 test, que es la cifra estimada, porque lamentablemente el Ministerio dice cuántos exámenes se procesaron, pero no nos dicen cuántos exámenes se tomaron y tampoco nos están presentando diariamente cuál es el tiempo de demora en la entrega del resultado del test. Conocer esa información es relevante porque le permite a los médicos que están en distintos lugares de trabajo tomar decisiones y empezar a ser más acusiosos con la toma del examen.
Un factor sensible en el contexto sanitario que se está viviendo tiene que ver con la infraestructura hospitalaria. En ese sentido, ¿cómo está preparado Chile para enfrentar el peak de la pandemia?
Con respecto a la infraestructura hospitalaria, el Colegio Médico y muchos trabajadores de la salud estuvimos movilizados antes del estallido social, porque Chile tiene una infraestructura sanitaria pública y privada que está en cantidad menor a los estándares internacionales para un país como Chile, que es un país que desde el punto de vista de distintas mediciones, se pone en el grupo de la OCDE. Eso determina que el número de camas básicas complejas, especialmente la críticas y las intermedias, esté más bajo que los estándares internacionales.
De nuevo, acá chocamos con la falta de transparencia en la información, porque las camas intensivas se han confundido con lo que son las camas intermedias. Se han mezclado las camas de adultos con las de niños e, incluso, con las de neonatos. Se han incorporado en los cálculos que ha establecido el ministro incluso los pabellones quirúrgicos y, en realidad en estricto rigor, una cosa es lo que nosotros vamos a ser capaces de hacer frente a una pandemia y otra cosa es cuáles son las camas críticas que tenemos. De acuerdo a los estudios que ha hecho el colegio médico en Chile, hay alrededor de 650 camas de cuidados intensivos públicas y 350 privadas.
Cuando hablo de estas camas estoy haciendo mención de que tenemos camas que incluyen ventilador mecánico, monitores de alta fidelidad y también recurso humano avanzado, altamente cualificado, tanto enfermeras, paramédicos, kinesiólogos y médicos, que están a cargo de estas camas, con una cantidad de camas por especialistas que está determinada por los estándares de calidad y los estándares de acreditación de estas instituciones. Esas mil camas serían absolutamente insuficientes para la situación que se nos viene. Por lo mismo, que se establecieron algunas políticas para revertir esta situación y aumentar la disponibilidad de camas.
Hay una parte no menor, y que muchas veces en estos discursos todo el mundo se ha enfocado en los famosos ventiladores, pero todavía no he escuchado ningún planteamiento de la autoridad respecto de la conformación de estos equipos.
En otra línea, también el déficit de equipos de protección personal es una problemática permanente en los recintos de salud del país y, por supuesto, de la Región de Valparaíso. ¿Se ha planteado al Gobierno Regional la necesidad de fijar un estándar mínimo?
Nosotros planteamos que se validara un estándar mínimo regional, porque este tema había quedado al arbitrio de los directores de los hospitales o Cesfam o Cecof, y eso tenía la debilidad que los criterios no eran uniformes. Por lo tanto, había algunos trabajadores de la salud que estaban utilizando ciertos medios de protección personal, y habían otros trabajadores que cumpliendo la misma función, pero estando en otro centro de salud no disponían de esos elementos. Entonces, lógicamente esa es una situación compleja.
Entonces lo que se planteó, y el intendente se mostró absolutamente favorable en definirlo, era tener un estándar mínimo y exigirle entonces a todos los directivos de salud de nuestra región que cumplan con ese estándar y, por supuesto, que es un estándar que está validado por referentes de distintos centros de salud de nuestra región.