Algunos llevan años dedicados al comercio ambulante y no pueden creer que ya tienen en sus manos el decreto municipal que los autoriza a trabajar sin la constante preocupación de que los multen e incauten su mercadería; se trata de aquellas personas que postularon y cumplieron con los requisitos para obtener el permiso que otorga la nueva ordenanza de Comercio en Bien Nacional de Uso Público que a fines de junio se aprobó en Quilpué.
Ahora son 94 las personas que comercializan sus productos en la vía pública con el respectivo permiso, en comparación a los cerca de 200 puestos catastrados en el proceso previo a la elaboración y puesta en marcha de la ordenanza que, además, restringe a solo dos calles el espacio autorizado para que se instalen.
Amada Alfaro es una de las comerciantes informales que obtuvo el permiso. Hace tres años que vende turbantes en la calle; se vio obligada a recurrir a esta fuente laboral por motivos de salud.
“Yo antes hacía aseo en casas particulares y tengo muchas hernias en mi columna y tuve que buscar un trabajo más adecuado porque no podía quedarme en la casa echada en los huevos, entonces dije ‘yo voy a tener que mentalizarme y buscar un medio para ganar dinero’, y me encontré con este emprendimiento y lo he realizado durante todo este tiempo y me ha ido bien», cuenta.
En relación con cómo funcionaba el comercio en la calle antes de la ordenanza, explica que “si llegaba alguien se ponía nomás, como no teníamos permiso… pero ahora es más formal y eso me gusta. Yo estoy de acuerdo con eso. En diciembre nosotros pagamos un permiso y desde ahí empezaron a avisarnos que teníamos que mantener un permiso vigente para poder ejercer el comercio ambulante».
Hace cuatro años que Siomara Martínez llegó a Chile desde Venezuela junto a su marido y tres hijos. En un principio trabajó como vendedora en el comercio formal, pero una discapacidad física le impidió seguir haciéndolo.
“Cuando llegué acá yo trabajaba en locales y me iba súper bien pero cuando comencé con la discapacidad no hubo más de otra y optamos por eso. Acá nosotros trabajamos a diario y podemos comprarles (a los hijos) lo que necesitan para el colegio ya que mensual no nos da la fuente, aparte acá uno puede ganar sueldo mínimo y vamos a diario contando (…) muchas veces nos querían quitar la mercadería, teníamos que correr a recoger, multas, pero se logró lo que se quería que era obtener permiso, trabajar legal y estar tranquilos», comenta.
Permisos
La alcaldesa Valeria Melipillan afirma que hasta ahora el balance es muy positivo y que se tomarán en cuenta las sugerencias y opiniones que surjan durante este período.
“Ha habido una respuesta inmediata de los y las comerciantes que no tienen permisos para trabajar en el centro de la ciudad y han sido retirados cuando corresponde, por lo que el proceso de fiscalización se ha llevado adelante sin mayores complejidades, sin eventos complicados que haya tenido que abordar carabineros y con escasos procesos de decomiso; por lo tanto, hoy día creemos que la puesta en marcha es exitosa, se nota cuando uno transita por las calles de la ciudad que están despejadas. Hay comentarios muy positivos de la ciudadanía respecto de este proceso, también de los comerciantes establecidos y esperamos que esto siga funcionando adecuadamente. Por supuesto, vamos a llevar adelante una evaluación completa respecto a las calles donde quedaron instalados los comerciantes informales. Todas esas opiniones las vamos a tomar en consideración para realizar una evaluación y determinar si debemos efectuar cambios en la ordenanza», admite.
A la fecha, según la información entregada por carabineros, se registran diez decomisos de mercadería y 15 citaciones al juzgado de policía local, un detenido por orden vigente y más de 50 controles de identidad. El Capitán Claudio Ramírez, comisario de Quilpué, señaló que en la comuna se conformó una patrulla de comercio ambulante especialmente dedicada a la fiscalización y que si bien, se han realizado algunos decomisos y notificación de infracciones, en general el proceso se ha desarrollado sin mayores inconvenientes
Francisco Jorquera, director de Seguridad Pública del Municipio Abierto, agrega que esta buena evaluación inicial, en gran parte se debe al proceso de socialización previa que se realizó.
“Antes de la fiscalización, durante dos semanas, se realizó un trabajo de difusión de la nueva ordenanza, se informó en qué consistía la fiscalización, y también en qué consistían los decomisos y citaciones al Juzgado de Policía Local. Disminuyó bastante el comercio ambulante en el centro de la comuna y hoy los vecinos y vecinas pueden transitar de manera tranquila, con veredas despejadas», cierra.