Muchos sueñan con jubilarse algún día y hacer aquellas cosas que no pudieron cuando trabajaban. Sin embargo, la economía de nuestros países parece indicarnos que para muchos de nosotros la jubilación está lejos de ser suficiente para vivir como soñamos.
La volatilidad en el mercado de valores también puede producir un retroceso en nuestros planes de jubilación. Pero ¿y si hubiera una manera diferente de disfrutar de una jubilación cómoda mucho antes de lo que esperamos?
Mantener una propiedad como inversión puede ser la clave para tener un buen ingreso de forma pasiva para las personas mayores. Históricamente, es una buena idea invertir en bienes raíces. Si el mercado de valores colapsa, las propiedades aumentan su valor. Lo más recomendable, para cubrir todos los escenarios posibles, es repartir el riesgo a través de los ahorros para la pensión, invertir en acciones y en bienes raíces.
Mantener una propiedad como inversión
En los últimos años el sector inmobiliario se ha vuelto una excelente opción para todo tipo de inversionistas. Incluso por encima de otros medios de inversión como el oro, la bolsa o los fondos de inversión.
Esto se debe a la enorme estabilidad que otorga el mercado inmobiliario, donde incluso en las épocas de alza o de burbujas el precio de la vivienda no se ve tan afectado a largo plazo.
Aunque lo mejor será tener una buena gestión de nuestras propiedades, asegurarnos de que nos generen ingresos constantes y nos permita vivir nuestros años dorados de la forma en la que queremos.
La verdad es que para tener éxito en el mercado inmobiliario hay que tener algunas cosas en cuenta. Lo primero es poder identificar una vivienda que pueda servir para arrendar. Esto no es lo mismo que elegir un hogar para siempre. En este caso debe pensar en las necesidades de sus arrendatarios.
¿Qué tipo de personas puede sacar provecho de su vivienda? Conocer las necesidades de tus posibles arrendatarios hará que la búsqueda del inquilino ideal sea más fácil.
Asegúrese de que tu futuro arrendatario esté en capacidad de pagar. Es necesario pedir una garantía de pago y algunos otros documentos legales como contrato de trabajo entre otros que permita tener mayor seguridad.
El segundo aspecto sería las remodelaciones.
Se debe tener en cuenta que cada vez que cambiamos de arrendatario lo más probable es que necesitemos hacer algunas reparaciones y estas irán por nuestra cuenta. Si nos vemos en la necesidad de hacer remodelaciones extensas entonces nos demoramos en volver a arrendar el inmueble y por lo tanto perderemos dinero.
El tercer aspecto es definir el precio de la renta. Esto puede ser más difícil de lo que parece. Si pide más es posible que no logres arrendarlo, pero tampoco debe pedir muy poco ya que entonces perderías dinero.
Lo mejor en este caso es buscar el equilibrio entre lo que queremos y el precio promedio en el mercado. Acá lo mejor es valerse de este sitio para conocer los precios del mercado y publicar tu propiedad para el arrendamiento.