LLYC lanzó el informe The Hidden Drug que analizó, en más de 13 países, un total de 601 millones de mensajes en Twitter. A partir del informe, la consultora revela que en Iberoamérica durante los últimos cinco años, la polarización en determinados temas ha crecido un 40% y la adicción a las redes sociales crece 11%. Además, el efecto de la pandemia impactó en que la necesidad de compartir, publicar y opinar en Twitter aumentó 11% en marzo de 2020 y desde entonces, no se detiene.
El tema que genera mayor polarización en el país es la migración. En los últimos cinco años, Chile ha sido uno de los países de destino preferidos por las comunidades en situación de movilidad o desplazamiento, con las consecuencias que ello implica.
Desde 2017, más de un millón de personas extranjeras viven en Chile según el Servicio Nacional de Migraciones y durante los últimos cinco años, esta cifra aumentó hasta alcanzar un millón y medio. La comunidad venezolana es el grupo que más ha crecido y actualmente supera un 30% del total de personas migrantes que residen en nuestro país. Además, la comunidad peruana registra más del 17%, y en menor medida, se ubican las comunidades haitiana y colombiana con cerca de un 12%.
El feminismo es el segundo ámbito de conversación que más polariza a la sociedad chilena, de acuerdo al análisis de LLYC. Los principales motivos que generan la división apuntan al debate sobre la despenalización del aborto y la paridad de género en órganos políticos, uno de los objetivos hacia donde algunos sectores políticos chilenos buscan avanzar.
Los derechos humanos también son un tema que refleja un alto componente de polarización en la conversación de Twitter. A partir del estallido social de 2019 el tema se instaló con fuerza en la agenda del país, siendo una fuente permanente de conflicto. De este modo, derechos humanos, es el tercer tema con más mensajes polarizados en esta red social, lo cual creció notoriamente, tras el despliegue de militares armados en las protestas del “Estallido Social”.
Los desencuentros entre el Gobierno y los medios empujan con fuerza la polarización del debate en torno a la libertad de expresión que registra un crecimiento 6,6 veces mayor que hace cinco años. Y en menor medida, los ajustes de las políticas migratorias que impulsa el Ejecutivo muestran un crecimiento 2,8 veces mayor en la actualidad.