El Concejal de Viña del Mar, René Lues (DC), realizó una presentación ante la Contraloría Regional para que el organismo realice una investigación respecto de las eventuales responsabilidades administrativas que le competen a las autoridades municipales de Viña del Mar en la suspensión del espectáculo pirotécnico.
El edil señaló que «he llegado a la convicción personal de que hubo falta de fiscalización y control por parte de la autoridades municipales (…) Esta es la primera vez por responsabilidad municipal (que se suspenden los fuegos artificiales), y justo corresponde al primer año que le toca organizarlo a la actual administración», apuntando directamente a la administración de la alcaldesa Macarena Ripamonti (RD).
¿Cuál es el objetivo de la presentación que realizó en Contraloría?
El objetivo es que la Contraloría Regional desarrolle un profundo proceso investigativo que permita conocer, en primer lugar, eventuales responsabilidades administrativas de las autoridades municipales de Viña del Mar y sus organismos técnicos que por acción, desidia u omisión negligente en el seguimiento y fiscalización de este contrato, hayan podido contribuir a la suspensión del espectáculo pirotécnico del año nuevo en el mar que generó como consecuencia directa un grave daño a los turistas que llegaron a la ciudad para ver un espectáculo que finalmente no se llevó a cabo y un desastre económico para los agentes del turismo, comercio y servicios de Viña del Mar con pérdidas calculadas en USD 45 millones de dólares y en segundo lugar, que arroje luces sobres eventuales fallas en los procedimientos seguidos por el municipio que evite que una situación como ésta vuelva a ocurrir.
¿Usted cree que existen elementos para afirmar que hubo falta de fiscalización por parte del Municipio?
A mi juicio, la demora en el levantamiento de la licitación, que recién se cerró el 30 de agosto de 2022 y que el concejo municipal aprobó el 20 de septiembre, a sólo 3 meses de la fecha del espectáculo de año nuevo en el mar, pudo contribuir, por un lado, a la falta de competencia en la licitación, pues solo se presentaron dos proveedores, y, por otro, a establecer una dificultad objetiva en relación al cumplimiento de los tiempos de importación de la pirotecnia; de hecho, la otra empresa que presentó oferta desistió de participar precisamente por la imposibilidad de transportar el material pirotécnico desde España a Chile en los tiempos requeridos.
Por otra parte, Viña del Mar cuenta con una experiencia acumulada de 18 años en el lanzamiento de fuegos artificiales, y, por tanto, no resulta posible que sus autoridades y equipos técnicos no conocieran los elementos fundamentales que debían ser evaluados, como la autorización y vigencia de los fuegos pirotécnicos que se utilizarían en los primeros minutos del año 2023. Esto no solo debía ser consultado al proveedor, sino que era obligatorio que la municipalidad lo verificara fehacientemente.
Hubo además un completo informe de la Comisión Evaluadora de esta licitación, conformada por los más altos cargos de la municipalidad y en ninguna parte de dicho informe se hace alusión al documento de vigencia de los fuegos artificiales. Y ese informe es la base del acuerdo aprobatorio del concejo municipal.
Por último, en el contrato firmado el 4 de octubre de 2022 entre la municipalidad y la empresa proveedora, se estableció que la fiscalización de las obligaciones administrativas, técnicas y la recepción conforme mensual de los servicios adquiridos, correspondería al director del departamento de construcción e infraestructura urbana, dependiente de la dirección de operaciones y Servicios de la I. Municipalidad. Y esta supervisión completa del contrato debería haber hecho saltar todas las alarmas respecto de lo que estaba sucediendo con los equipos pirotécnicos. Y nada de eso ocurrió, lamentablemente.
La suspensión del show de fuegos artificiales en la ciudad es un hito histórico. ¿Cuándo supo usted que había problemas con los fuegos?
En lo personal, me enteré por una publicación de un medio digital del día 17 de diciembre de 2022, a catorce días del evento. Desde el 2004 cuando se inician los fuegos artificiales en Viña del Mar, jamás habían sido suspendidos. La única vez fue por la pandemia del 2020 al 2021. Esta es la primera vez por responsabilidad municipal, y justo corresponde al primer año que le toca organizarlo a la actual administración.
¿La Alcaldesa Ripamonti pudo haber sido más proactiva para evitar el fracaso del show?
Por lo señalado precedentemente, he llegado a la convicción personal de que hubo falta de fiscalización y control por parte de la autoridades municipales, lo que me permite concluir que la imposibilidad de desarrollar el show pirotécnico no corresponde a un hecho fortuito o fuerza mayor, sino que, por el contrario, a un hecho previsible que no fue debidamente atendido por la autoridad, y que, a mi juicio, responde a la acción y/u omisión negligente de las autoridades a cargo. Pero esperemos qué dirá la Contraloría Regional.