Por Joaquín Torres Tagle
@Region_Hoy
Gonzalo Ibáñez, ex diputado entre 1998 y 2006, es candidato independiente en cupo de Renovación Nacional al Consejo Constitucional por la región de Valparaíso, elección que se realizará el próximo 7 de mayo. Sostiene que Chile «ha cambiado para mal» desde entonces, por lo que no podía negarse a participar de este proceso y tratar de revertir el curso del país.
El también profesor de derecho abogará por la unidad de Chile en el nuevo órgano, modernizando su estructura jurídica sobre la base de lo ya avanzado, en contraposición a la propuesta de la anterior Convención. Resalta el rol de las fuerzas de orden y seguridad pública, junto con expresar su visión sobre el Estado Social y Democrático de derechos.
¿Qué lo convenció de volver al ruedo político?
El tipo de elección que es, el saber que estoy preparado para enfrentar los desafíos que significa el ser elegido en este Consejo Constituyente, soy abogado, profesor de derecho por más de 40 años, hice mi doctorado en la Universidad de París, he escrito bastante sobre estos temas, tengo algún currículum sobre esto, no podía dar sino una respuesta afirmativa a la petición que me hizo Renovación Nacional de ir en su cupo, pero manteniendo la convicción de independiente.
¿Cuáles son las principales diferencias entre el Chile de cuando fue diputado al país actual?
Ha cambiado muchísimo, por eso también dentro de las responsabilidades está tratar de enderezarlo, porque no ha cambiado para bien, ha cambiado para mal, el tema de la inseguridad es una cosa absolutamente de locos lo que está pasando en el país, incentivado por el Gobierno, que con su famoso indulto y su prédica de violencia nos trajo a esta situación que todos los chilenos padecemos, no hay nadie que se salve. Lo mismo respecto de la situación económica, un país que iba a la cabeza del continente, que había tenido sus mejores 40 años de la historia, desperdiciados. O salimos a dar la cara o simplemente después no podemos reclamar que hemos vuelto a los últimos lugares del continente.
En su opinión, ¿Cuáles deben ser las prioridades que deben quedar plasmadas en el nuevo texto constitucional?
En primer lugar el darse cuenta que Chile es un país que ya está constituido, tenemos una historia de casi 500 años por detrás, como para tirarlo todo por la borda. El proyecto que elaboremos tiene que responder a esa constitución real del país, tiene que responder a su historia, tiene que modernizar la estructura jurídica, pero proyectarla al futuro sobre la base de lo que ha sido nuestra historia. Segundo, el carácter unitario de Chile, en lo que significa la unión de razas de múltiples proveniencias, Chile desde el comienzo, desde que llega Pedro de Valdivia con su hueste pequeña se encuentra con tribus lugareñas en el valle del Mapocho, e inician de inmediato una relación que va a producir la raza chilena, que es fruto de un amplio mestizaje, al cual se van a ir agregando después razas que llegarán con los años al territorio, ingleses, italianos, palestinos, etc.
Estamos muy orgullosos de esa unidad, en Chile nunca ha habido eso que en otros países llaman el apartheid, que es la separación de razas como entidades antagónicas entre ellas, ese fue el intento de la Convención anterior, crear un sistema de razas separado y antagónico, esa constitución iba a instaurar en Chile el apartheid, ustedes allá y nosotros acá, incluso con poder judicial distinto. Eso se acaba y se recupera la unidad racial de Chile, tan importante. Eso son los dos puntos capitales para entender el futuro del país.
¿Y sobre el rol de las Fuerzas Armadas?
La importancia de las Fuerzas Armadas y Carabineros, que han sido tan despreciadas y menospreciadas en este último tiempo por las mismas autoridades políticas que deberían respaldarlas. No puede ser que Carabineros cada vez que entra a cumplir su tarea para mantener el orden y la paz ciudadana, reciba como respuesta las injurias de gente del Gobierno, el desprecio, y cuando no el enjuiciamiento para que incluso los Carabineros sean condenados, eso no puede ser. Nosotros tenemos que respaldar a nuestra policía y Fuerzas Armadas (…) el hecho de haberle quitado ese respaldo a Carabineros por tanto tiempo es uno de los motivos más graves que provocan esta situación de inseguridad.
¿Qué opina respecto del Estado Social y Democrático de Derechos planteado por los partidos de Gobierno?
No tengo ningún inconveniente, todo lo contrario, lo he afirmado durante toda mi vida académica, una sociedad es política en la medida que es capaz de responder a las necesidades de su gente, que es capaz de proveerlo de todo lo que necesita para un desarrollo totalmente humano, entre otras, la vivienda, alimentación, salud, educación, pensiones, y cuando una sociedad no es capaz de producir los bienes para satisfacer estas necesidades, no merece llevar el nombre de sociedad política. Cuando a mí me dice un socialista que quiere un Estado social de derechos le digo ¿y de dónde vas a sacar los recursos para proveer de bienes a toda la gente? para ellos todo se resuelve en declaraciones sobre derechos humanos, pero no en la realización de los medios para obtener los recursos de modo de satisfacer esas necesidades. Un verdadero Estado social de derecho es aquel que contiene en su base un respeto a la libertad de las personas, de emprendimiento y un respeto a la propiedad como un medio para que se exprese esa libertad, manteniendo al Estado en una situación subsidiaria, sin avasallar a las personas en el cumplimiento de sus tareas.
Tenemos que respetar la historia de estos últimos 40 años, en que nos ha producido unos beneficios que nunca antes habíamos conocido, eso que con mucho desprecio llaman el modelo neoliberal, resulta que es el que nos sacó la pobreza y le ha permitido llevar a millones de chilenos una vida mucho más digna.
¿Se deben hacer modificaciones al actual sistema político?
Creo que siempre se pueden producir ajustes, hay que ajustar las instituciones al paso del tiempo, yo no me niego a eso, lo que no puedo aceptar es este partir de cero que quería la antigua Convención, eso por ningún motivo, yo creo que siempre hay cosas que cambiar y que mejorar, con cuidado que se puede retroceder, se pueden hacer cambios que tal vez sean buenos incluir, eso lo vamos a estudiar en su momento.
¿Cómo evalúa los gobiernos de la Concertación?
Me pareció bien, salvo algunos temas, pero en general fue bueno porque tuvo la sabiduría, en eso tengo que hacerle una especial mención al Ministro de Hacienda de Patricio Aylwin, Alejandro Foxley, que asumió todo el modelo que había instaurado el Gobierno militar y que constituyó la base del desarrollo posterior de Chile, algunos tratan de negar que este modelo comenzó en el Gobierno militar, pero el mismo Foxley se encarga de decir que sí, que ellos lo que hicieron fue seguir ese modelo, ya en 1992 Chile tomaba una distancia apreciaba una distancia de otros países del continente. Su acierto fue continuar con las mismas reglas que había conseguido ese (buen) resultado.